El líder del PP, Mariano Rajoy, desveló ayer que en sus primeros cien días en el Gobierno aprobaría una ley de transparencia y cambios en los organismos reguladores, endurecería las responsabilidades de los políticos que gasten sin aval presupuestario y propiciaría un pacto por la austeridad. Estas son algunas de la decena de medidas que aplicaría si vence el 20-N y que desgranó en la clausura del foro sobre la reforma de las administraciones públicas celebrado en Zaragoza.

Un decálogo que tiene como objetivo la regeneración institucional y que «cuando se hable de los políticos se piense en honradez, respeto al interés general y servicio al bien común». Todas las reformas subrayó que han de tener como meta la creación de empleo, reducir gastos y aumentar ingresos, y advirtió de que las administraciones se apretarán el cinturón como lo han hecho las familias.

Propuestas

A partir de esa máxima, pormenorizó sus propuestas. La primera, que en los cien días iniciales en el Gobierno aprobará la ley orgánica de estabilidad presupuestaria, ya que dijo que las administraciones han de ser responsables y, con ellas, los cargos que gestionan los recursos. «No se pueden dejar facturas en los cajones sin que nadie responda por ello», avisó al tiempo que aseguró que su Ejecutivo reforzará los controles previos y endurecerá las responsabilidades exigibles para garantizar que los gestores no asumirán compromisos de gasto sin respaldo presupuestario.

De la misma forma, aseguró que demostrará que el servicio público puede hacer más con menos, algo que dijo que empieza por exigir que en cada competencia gaste sólo una administración.