Un día después de la celebración de la Conferencia de Paz en San Sebastián sobre el fin del terrorismo, el Gobierno; el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder del PP, Mariano Rajoy, evitaron analizar las conclusiones de la reunión, los tres pidieron unidad y que lo relevante es que ETA deje definitivamente las armas y, por tanto, lo mejor es esperar.

De forma similar se posicionaron el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y el presidente del PP, ya que, primero, ninguno de los dos quiso comentar los resultados de la conferencia, en la que se reclama a ETA el cese definitivo de la violencia y a los gobiernos español y francés que accedan a negociar con la banda sólo sobre las consecuencias del conflicto.

Además, si para Jáuregui el documento final es un «un papel más» y lo que cuenta es que la banda deje la violencia para siempre, el presidente del PP aseguró que «lo importante» es que exista un comunicado de ETA «diciendo que abandona de forma definitiva e incondicional su actividad criminal». «No voy a contribuir a la ceremonia de la confusión», subrayó Rajoy, quien destacó que hasta que no exista el citado comunicado «no tiene sentido entrar en otras cosas».

Últimos pasos

Mientras, el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, insistió en que se están dando «los últimos pasos» en la lucha contra el terrorismo y aseguró que él no dio su «visto bueno» a los socialistas vascos para que participaran el lunes en esta cita internacional. Uno de los dirigentes socialistas que sí opinó fue el expresidente del Gobierno Felipe González, quien consideró «equivocado» el contenido de la declaración de la conferencia, pero también cree que las condiciones sobre el fin del terrorismo no las van a escribir los terroristas sino los demócratas. También el Ejecutivo vasco, a través de su portavoz, Idoia Mendia, espera a que la organización terrorista anuncie el cese definitivo de su actividad terrorista antes de plantearse algún movimiento.