La bolsa española cerró ayer la peor semana del año con un nuevo mínimo anual y con la prima de riesgo disparada hasta los 424 puntos básicos, en una sesión convulsa marcada por la volatilidad y la incertidumbre.

El principal indicador español, el IBEX 35, ha caído hasta los 7.250,6 puntos, lo que implica una pérdida del 3,58 % en la sesión y el 5,35 % en la semana, que se convierte así en la peor desde la última de noviembre del pasado año.

Tras dos semanas de inestabilidad en los mercados, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado hoy que el Gobierno continuará con su programa de reformas para transmitir «un mensaje de firmeza» sobre la estabilidad presupuestaria y que España recupere así «la credibilidad perdida».

Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha asegurado que el Gobierno trabaja «para corregir el déficit público, para modernizar la estructura productiva de España y para que podamos crecer y crear empleo cuanto antes» porque «eso se traducirá en más confianza».

Esta política de control férreo del déficit aplicada por España y defendida sobre todo por Alemania fue ayer el blanco de las críticas de los diarios estadounidenses The New York Times y The Wall Street Journal .

Crédito

En este contexto, el hecho de que las entidades españolas hayan marcado un nuevo máximo histórico de peticiones de financiación de al Banco Central Europeo (BCE) en el mes de marzo se ha interpretado como una prueba de que los bancos nacionales tienen dificultades para obtener crédito en el mercado privado.

En lo que va de 2012, el IBEX 35 ha cedido un 15,36 %, con lo que retrocede a niveles de marzo de 2009.

Todas las bolsas europeas comenzaron la sesión a la baja, arrastradas por el crecimiento por debajo de las expectativas del producto interior chino, que se incrementaron con la apertura en negativo de Wall Street.

Mientras tanto, los mercados de deuda continúan a la espera de una posible reactivación del programa de compra de bonos españoles e italianos por parte del Banco Central Europeo (BCE), ya que existe una «razonable expectativa» de que se ponga en marcha en las próximas semanas, según los analistas de Bankinter.