La presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, anunció ayer que denunciará ante la Justicia las supuestas «escuchas ilegales» tras la información publicada ayer de una agencia de detectives habría grabado por encargo del PSC una comida entre ella y la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola.

«Si ha existido espionaje político, sería muy preocupante. (...) Los periódicos hablan de un partido político, yo espero que no sea así. Llevaremos ante la Justicia a la empresa que realizó las escuchas y a quien la haya encargado», dijo Sánchez-Camacho.

La líder del PPC subrayó, ante las preguntas de los periodistas, que era a la exnovia de uno de los hijos del expresidente catalán Jordi Pujol a quien correspondía denunciar los supuestos delitos que le relató en esa comida, que tuvo lugar en julio de 2010 en un restaurante de Barcelona, cuando Sánchez-Camacho aún no era diputada en Parlament de Catalunya.

Confidencias

«Muchas personas se ponen en contacto con los dirigentes políticos. Yo no comento sobre las conversaciones privadas y discretas de mi trabajo; si alguien me informa de que conoce un delito, es esta persona quien lo tiene que denunciar. No se pueden hacer denuncias por terceros», dijo.

Sánchez-Camacho explicó ayer que hace unos dos meses un medio de comunicación le informó de que su comida con la exnovia de Jordi Pujol hijo, María Victoria Álvarez, había sido grabada por una agencia de detectives. Tras conocer esta información, la líder del PPC puso en conocimiento de la policía las presuntas «escuchas ilegales».

Álvarez le relató a la líder del PP catalán los viajes que hizo con su exnovio a Andorra transportando grandes cantidades de dinero en billetes de 500 euros.

El PSC negó ayer que ordenase grabar el encuentro y exigió al medio que ha publicado esta información que rectifique porque, en caso contrario, estudiará medidas legales.

El portavoz, Jaume Collboni, consideró «alucinantes» estas afirmaciones porque «el PSC «nunca ha utilizado, ni utiliza, ni utilizará métodos ilegales para hacer política».