La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, atiende a los medios a su llegada a la reunión del Comité Federal del PSOE, máximo órgano del partido entre congresos, para fijar la postura del partido ante el escenario surgido de las elecciones generales y los posibles pactos que se puedan dar para formar gobierno, este lunes en Madrid. | Sergio Barrenechea

La presidenta de Baleares y líder de los socialistas de las islas, Francina Armengol, se ha mostrado este lunes partidaria de posponer el congreso del PSOE previsto para febrero hasta que se forme un nuevo Gobierno.

«Los procesos internos del partido se tienen que aplazar hasta que hayamos resuelto el tema de España», ha dicho Armengol antes de participar en la reunión en la que el Comité Federal del PSOE establecerá sus criterios para negociar su participación en el próximo ejecutivo.

La presidenta balear ha admitido que el 20 de diciembre su partido cosechó «unos resultados malos», por lo que corresponde al PP la iniciativa de la formación del Gobierno, pero si no tiene éxito «el PSOE estará a la altura de las circunstancias para intentar construir una España diferente».

«Me parece evidente que en este momento el problema que tenemos es España y los ciudadanos de España» y los efectos de las elecciones para el PSOE son una cuestión «subsidiaria», ha señalado.

Para Armengol, «ningún ciudadano en toda España entendería que los socialistas nos preocupáramos de nosotros» en lugar de por la gobernabilidad.

«En este momento no hay discusión sobre el candidato que hemos tenido, Pedro Sánchez, ni sobre el secretario general», que deberá liderar la formación de un Gobierno alternativo al del PP si Mariano Rajoy no consigue los apoyos necesarios para su investidura, ha insistido.

Por su parte, la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha rechazado que el congreso ordinario del PSOE se retrase a la próxima primavera, como defiende el secretario general, Pedro Sánchez, y ha reclamado que se celebre cuando dicen los estatutos, lo que supone convocarlo en febrero.

Díaz ha defendido esta postura en declaraciones a los periodistas a la entrada de la sede de Ferraz antes de la reunión del Comité Federal del PSOE en la que se van a aprobar los criterios de la políticas de pactos para formar gobierno.

«Sobre el congreso, otros compañeros lo han dicho antes que yo. Somos un partido que tiene unos estatutos y el congreso se hará cuando toque, que lo marcan los estatutos», ha sostenido la presidenta de la Junta de Andalucía.

El último congreso ordinario tuvo lugar en febrero de 2012, puesto que el celebrado en julio de 2014, en el que fue elegido Sánchez, tuvo carácter extraordinario.

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Sánchez ha anunciado que se presentará a la reelección, pero quiere retrasar el cónclave a la primavera, para esperar a ver cómo se resuelve la formación de gobierno o si se convocan nuevas elecciones.

Díaz, no obstante, ha asegurado que la prioridad ahora tiene que ser centrarse en la gestión de los resultados de las elecciones generales.

«Hablé ayer de la política de pactos, voy a seguir hablando de la política de pactos y es lo que me preocupa. Lo que me preocupa es que el PSOE esté a la altura de España. Es en el debate en el que estoy», ha asegurado la presidenta de la Junta.

Tras afirmar que, si de ella dependiera, su intervención ante el Comité Federal sería «en abierto», en lugar de a puerta cerrada, para que «nadie hable» por ella ni «se esconda detrás» de su persona, Díaz ha incidido en la necesidad de que el PSOE aborde una «reflexión compleja» sobre los malos resultados electorales del 20D.

«La situación es compleja y hacen falta reflexiones complejas, saber en qué escenario está este país», ha planteado la dirigente andaluza, que ha llamado a hacer «autocrítica» por «no haber ganado las elecciones en un momento en que este país necesitaba que el PSOE las ganara».

«Si no lo reconocemos, estamos haciéndonos un flaco favor, no a nosotros, sino a nuestros votantes y a otros miles de ciudadanos que no nos han votado, porque han entendido que a este proyecto le falta la profundidad que necesita para este momento este país», ha argumentado.

Respecto a pactar con Podemos, ha insistido en que el PSOE no puede gobernar «a cualquier precio» y ha recordado que en los territorios en los que se ha llegado a acuerdos con el partido de Pablo Iglesias en los últimos meses «en ningún caso plantearon en sus programas salirse de la Constitución ni referéndum vinculantes».

Por eso, Díaz, ha mantenido su posición de que «para sentarse a negociar con cualquier fuerza política, ésta tiene que renunciar previamente a ello».

A este respecto, ha reprochado a Iglesias que de lo primero que haya hablado tras los comicios no haya sido de la sanidad, la educación, la dependencia o la desigualdad, sino de «romper España».

Para Díaz, eso responde a la misma estrategia que Podemos ha escogió para las elecciones, que era «arañar un puñado de escaños a cambio de incorporar soberanistas» a su candidatura, que ahora pretenden formar grupo parlamentario propio.

«Eso forma parte del coste que algunos han decidido pagar y lo tienen que pagar ellos, pero no el PSOE», ha sostenido la presidenta andaluza, tras hacer hincapié en que lo que le «preocupa» ante ese panorama es que el PSOE «esté a la altura».