Podemos ha renunciado a formar cuatro grupos parlamentarios ante la oposición de la Mesa del Congreso y ha pedido formar uno con 65 diputados con las «confluencias» de Catalunya y Galicia y una parte de la candidatura valenciana, tras la decisión de los cuatro diputados de Compromís de pedir grupo propio.

El plazo acababa a las ocho de la tarde y Podemos ha presentado su escrito en el registro apenas cinco minutos antes, lo que demuestra las dificultades para cerrar el acuerdo.

Tanto es así, que la candidatura de Compromís-Podem-És el moment intentó primero registrar un grupo separado del nuclear de Podemos, pero tuvo que dar marcha atrás ante la negativa de los cuatro diputados del partido de Pablo Iglesias integrados en esta lista.

Ante esta tesitura, los cuatro diputados de Compromís de la lista han registrado un grupo separado, a sabiendas de que no será aceptado mañana en la reunión de la Mesa del Congreso porque no llegan al mínimo de cinco que marca el Reglamento de la Cámara.

«Podemos-En Común Podem-En Marea» será el nombre del grupo, cuyo presidente será Pablo Iglesias.

Como portavoz en el Congreso figura el número dos del partido, Íñigo Errejón; y como portavoces adjuntos la secretaria de Coordinación de Áreas, Irene Montero, y los diputados de En Comú, Xavier Domènech, de En Marea, Alexandra Fernández, y de Podemos en Valencia, Ángela Ballester.

La secretaria general del grupo será la responsable de Análisis y Programa de Podemos, Carolina Bescansa.

Errejón ha definido el grupo parlamentario como un «grupo plurinacional de organización confederal» que contará en igualdad de condiciones con una agrupación parlamentaria catalana, gallega y valenciana con portavoces, agenda y manejo de los recursos propios y autonomía política «en pie de igualdad».

Con esta fórmula acordada ante el rechazo de PP, PSOE y Ciudadanos a aceptar los cuatro grupos parlamentarios que reclamaban Podemos y sus alianzas territoriales, Errejón ha subrayado que se recoge el mensaje de reconocer la diversidad con el que concurrieron a las elecciones y que otras formaciones no han entendido.

«Frente a quienes han estado jugando hasta el final intentando sembrar división e intentando debilitar la candidatura del cambio», Errejón ha señalado que con la configuración de este grupo Podemos y sus aliados han estado «a la altura».

Del otro lado, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha lamentado que los cuatro diputados de Podemos que integraban la lista de confluencia en la Comunidad Valenciana no hayan cumplido su compromiso de no romper la lista y formar un grupo conjunto.

Consciente de que la Mesa rechazará en su reunión de mañana su grupo, Baldoví ha avanzado que el jueves se reunirá la dirección de Compromís para estudiar si pasa definitivamente al grupo mixto o busca otras fórmulas para mantener voz propia en el Congreso.

Al margen ya de la formación de los grupos y ante la próxima investidura, Podemos ya ha advertido al líder del PSOE, Pedro Sánchez, de que si quiere ser presidente del Gobierno tiene que «explicar para qué», porque hasta ahora todo lo que ha oído del secretario general socialista ha sido «mucho ruido y pocas nueces».

Errejón ha acusado al PSOE de tener «un problema grave de coherencia» porque «dice unas cosas y a menudo practica otras» y hasta ahora lo que han elegido los socialistas ha sido «blindar lo de siempre».

Eso no significa, ha admitido, que Podemos no siga «tendiendo la mano», aunque ha advertido de que en su partido están «un tanto escépticos».

También ha tenido un reproche para Ciudadanos, que igualmente pregonaba el cambio político en campaña y «ahora parece una agenda matrimonial» para unir a PSOE y PP.

«La gran propuesta de Ciudadanos para regenerar la democracia es que haya una coalición de partidos viejos y le dejen un huequecito quizá mayor que el que le han dado las urnas», ha ironizado.