El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha acusado este miércoles al presidente en funciones, Mariano Rajoy, de haber perpetrado un «engaño masivo» a los ciudadanos con el incumplimiento del objetivo de déficit y de dejar con ello una «herencia envenenada» al próximo gobierno.

Sánchez se ha referido a este asunto al inicio de su réplica a Rajoy, que comparece ante el pleno del Congreso para dar cuenta del acuerdo de la UE con Turquía sobre los refugiados.

«¡Bienvenido a la tribuna del Congreso!», le ha espetado el líder socialista, tras reprocharle que sea la «primera vez» que interviene en la cámara desde que su Gobierno está en funciones, a pesar de haber gastado 3.500 millones de euros y haber tomado decisiones como la prórroga por 60 años a una industria papelera, «lo que ha condicionado a quince hipotéticos futuros gobiernos que tuvieran otras opciones».

Tras defender que, al menos esta legislatura, el Congreso es la «casa del diálogo», Sánchez ha asegurado a Rajoy que no ha pedido su comparecencia «por afán revanchista», sino porque es «necesaria» y «obligada» en un parlamento recién salido de las urnas que representa la «voluntad popular renovada».

«Debería haber un gobierno en funciones que se creyese de verdad el gobierno», ha lamentado Sánchez, para quien el presidente y su equipo «siguen instrumentalizando las instituciones, como ya hicieron con los presupuestos presentados dos meses antes de las elecciones».

«Esos presupuestos que nadie se creyó, ni siquiera usted, el que mintió fue usted y su gobierno, que conocían y negaban el número de incumplimientos de déficit», ha acusado el líder socialista, que ha advertido a Rajoy de que si «se niega» a seguir acudiendo a la cámara para someterse al control parlamentario, su comparecencia de este miércoles habrá sido una «mera pose».

Sánchez también se ha referido a la política económica de Rajoy en su réplica, en la que ha defendido que la «delicada situación de las cuentas públicas requiere poner en marcha el gobierno del cambio».

A su juicio, los populares han demostrado durante los últimos cuatro años que no son «buenos gestores», a la vista de los datos del déficit y la Seguridad Social.

«Su política económica ha sido subir los impuestos y la deuda pública y bajar el gasto social», ha resumido, al tiempo que le ha reprochado la «indecencia» de haber computado en el déficit de las comunidades autónomas el coste del tratamiento de los enfermos de hepatitis C, a pesar de que el ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, dijo que no lo harían.

Tras recalcar que la «incógnita de la ecuación» es el rescate a Bankia, que ha costado a los españoles 46.000 millones de euros, Sánchez se ha reafirmado en que las fuerzas del cambio' no pueden «dejar el necesario equilibrio de las cuentas públicas en quien ha recortado las políticas sociales mientras amnistiaba fiscalmente a sus queridos compañeros Bárcenas y Granados».