Juan Mari Atutxa ha reaccionado a la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), condenando a España por violar el derecho a un proceso equitativo al expresidente del Parlamento vasco. | Efe

El expresidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa, ha calificado de «regalo» la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que ha condenado a España, y ha reconocido que éste y los exmiembros de la Mesa de la Cámara de Vitoria Kontxi Bilbao y Gorka Knorr, vieron vulnerado su derecho a un juicio equitativo cuando fueron condenados por el Tribunal Supremo en 2008 por negarse a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (SA) tras la ilegalización de Batasuna en 2003. «No hemos sido desobedientes, hemos sido objeto de una manipulación y un atropello brutal», ha asegurado.

En una comparecencia ante los medios de comunicación celebrada en la sede del PNV de Bilbao tras conocer la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), Atutxa ha señalado que los tres procesados han sido objeto de «una larga injusticia» y se ha cometido con ellos «una tropelía».

En este sentido, ha asegurado que, de esta forma, se pretendió «hacer arrodillarse a una institución, el Parlamento vasco, nacida de la voluntad de un pueblo». «Si hoy fuese 2003, el que les habla haría lo mismo. Ni en 2003 ni en años sucesivos, quien les habla, ni mis compañeros Gorka Knörr y Kontxi Bilbao hemos sido desobedientes. Hemos sido objeto de una manipulación y un atropello brutal», ha indicado.

A su juicio, la sentencia supone del Tribunal de Estrasburgo es «una enorme satisfacción» y ha señalado que él ya dijo: «No moriré hasta que el TEDH dicte sentencia. Hoy la ha dictado y, a partir de este momento, tampoco tengo prisa y pido prórroga», ha señalado.

Sentencias

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo ha reconocido este martes que el expresidente del Parlamento Vasco Juan María Atutxa y los exmiembros de la Mesa de la Cámara de Vitoria Kontxi Bilbao y Gorka Knorr vieron vulnerado su derecho a un juicio equitativo cuando fueron condenados por el Tribunal Supremo en abril de 2008 al negarse a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (SA) tras la ilegalización de Batasuna en 2003.

Los afectados recurrieron al Tribunal Europeo tras agotar la vía judicial española, después de que el Tribunal Constitucional ratificara en diciembre de 2013 la condena por desobediencia dictada por el Tribunal Supremo.

En abril de 2008, el Pleno de la Sala de lo Penal del Supremo condenó a Atutxa, Knörr y Bilbao a sendas penas de inhabilitación para ocupar un cargo público, así como a multas de entre 12.000 y 18.000 euros, al considerarles culpables de la comisión de un delito de desobediencia a la autoridad judicial por no disolver el grupo SA tras la ilegalización de Batasuna.

En 2004, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) absolvió a Atutxa, Knorr y Bilbao, por entender que gozaban de inviolabilidad parlamentaria, pero Manos Limpias recurrió al Supremo y se devolvió la causa al tribunal vasco para que dictara sentencia sobre el fondo del asunto.

El TSJPV volvió a absolverles al señalar que no había existido el delito de desobediencia, sino que los acusados no habían encontrado fórmula reglamentaria para disolver Sozialista Abertzaleak. Manos Limpias recurrió al Tribunal Supremo.