Imagen de recurso de un detenido. | Mossos

El hombre cambió su nombre en el registro civil y provocó que su exmujer se quedara sin protección porque la causa es ahora un conflicto doméstico

Una mujer de Barcelona se ha quedado desampara ya que ahora la ley no puede protegerla con la Ley de Violencia Machista ya que su exmarido ha cambiado de género.

En estos momentos, la denuncia por violencia machista que interpuso el pasado 15 de agosto ha pasado a ser tratada como violencia doméstica, como si se tratara de dos hermanas, un reducto mucho menos garantista en materia de protección de las víctimas. Esto provoca que la mujer no tenga acceso a órdenes de alejamiento ni ayudas, lo que ha provocado, según señala El Mundo, que no pueda abandonar el hogar y continúe conviviendo con su maltratador.

Según relata la víctima a ese rotativo, comenzaron el noviazgo en 2011 con más de 50 años de edad. En 2020 comenzó a notar cambios. «Quería ponerse ropa interior femenina en momentos íntimos. Pensé que podía ser fetichismo pero después me decía que se sentía mujer y me pidió permiso para hormonarse. Nunca ha querido cambiar de sexo», detalla. En ese momento decidió acabar con la relación.

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«Le dije que si él quería ese camino, yo le acompañaría pero como amiga, nunca como pareja porque soy heterosexual», recuerda. Él no lo encajó. Comenzaron, indica, las vejaciones y se vio obligada a poner un candado en su habitación.

«Cada vez que me duchaba, se metía en la bañera y me toqueteaba, al igual que por la noche, cuando creía que yo estaba dormida, se metía en la cama para tocarme», confiesa.

Ese fatídico 15 de agosto la mujer volvió a casa tras pasar la tarde cuidando de sus nietos y descubrió que el candado de su habitación estaba forzado y todas sus cosas, revueltas. Tras pedirle explicaciones se volvió violento, «después de decirme 'a callar, coño', empezó a darme empujones, golpes, me intentó quitar el móvil. Yo tenía sangre y arañazos».

Tras sufrir una clara escena de violencia machista concurrió al hospital para hacer un parte de lesiones y poder así denunciarle. Pero no fue suficiente ya que los Mossos d'Esquadra no pudieron cursar la denuncia al advertir que su pareja se había cambiado de género cinco meses antes, en marzo, había cambiado su DNI y el resto de documentos oficiales sin informar a nadie.

Por otro lado, recuerda que hubo más desencuentros. «Me dejó fuera del piso más de cinco horas. Tuvieron que venir los mossos y tampoco quería abrir. Cuando lo hizo, los mossos ven a un hombre vestido de hombre pero no pueden actuar».