Audiencia Nacional | Europa Press - Alejandro Martínez Vélez

La Audiencia Nacional juzga desde este martes a R.A. Mohamed, un 'tiktoker' que mantuvo «una intensa actividad» difundiendo propaganda de grupos terroristas, mostrando su admiración por los muyahidines y «participando en la denominada yihad mediática».

Así lo refleja el escrito de acusación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, recogido por Europa Press, que señala que los hechos que se le imputan son constitutivos de un delito de enaltecimiento del terrorismo, por lo que solicita la pena de 1 años y 8 meses de prisión.

No obstante, el Ministerio Público indica que dado que el acusado sufre esquizofrenia residual, en la que predominan «síntomas negativos como la efectividad embotada, la abulia, el aislamiento social y el trastorno de atención», concurre la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal «eximente incompleta de enfermedad mental». Por eso, interesa que la pena de prisión sea sustituida por el ingreso del acusado en un centro psiquiátrico para ser sometido a tratamiento
médico.

Sobre esa enfermedad, el fiscal señala que al acusado no le impedía conocer el significado de las actividades que realizaba, aunque matiza que no alcanzaba a comprender la total consecuencia de las mismas.

VÍDEOS EN PRIMERA PERSONA

El Ministerio Público señala que el acusado, a través de vídeos grabados en primera persona y hablando en español, «hacía patente su exponencial proceso de radicalización, con ideas subversivas hacia toda autoridad, política o militar, así como contra cualquier sistema democrático, manifestando su inequívoca intención de ejecutar todo tipo de actos violentos en nombre de la yihad e incitando a terceros a llevarlos a cabo».

En concreto, lo hacía a través de sus 10 perfiles en las redes sociales (6 en Facebook y 4 Tiktok), con 1522 seguidores, en los que compartía y publicaba videos --hasta un total de 364-- que obtuvieron 121.104 visualizaciones. En ellos realizaba comentarios ensalzando y justificando las acciones llevadas a cabo por miembros de organizaciones terroristas de índole yihadista.

La fiscalía incluye en el relato más de una decena de mensajes, como uno de marzo de este año en el que dice que se sorprende de la cantidad de seguidores que tiene y de su trascendencia a nivel internacional y manifiesta que quiere morir en el camino de Dios.

En otro, manifestaba ser «el sicario de Alláh» y afirmaba que «hay que empezar pronto a descuartizar y a aniquilar a todo el que trabaja en el sistema...».