Por qué el acompañamiento hospitalario es una labor esencial.

El acompañamiento hospitalario es una actividad en alza debido a diversos factores. Para comenzar, la pirámide de la población española está totalmente invertida, de tal manera que tenemos mucha población anciana, además de bastante adulta que va camino de la tercera edad. El índice de nacimientos no llega a 2 hijos por familia, por lo que es obvio que las necesidades de los mayores no van a parar de crecer.

El aumento de la esperanza de vida, somos el segundo país del mundo tras Japón en este índice, no hace más que confirmar estps augurios. Cada vez la gente vive más y mejor, y es necesario que los cuidados que se prestan en los hospitales sea el más profesionalizado.

La figura del cuidador hospitalario, o acompañante, esáa lejos de ser una persona que solo duerme con la persona que lo necesita. Cada vez son más quienes gozan de una formación adecuada en gerontología y cuidados de ancianos. Hay ancianos que necesitan de un acompañamiento permanente, tanto de día como de noche, ya sea por ausencia de más familia o por imposibilidad de esta de poder atenderla debidamente.

La progresiva merma de facultades una vez que se llega a la ancianidad, unida a la aparición de algunas enfermedades, o la cronificación de otras, hace que el anciano pueda no valerse por sí mismo. Porque no solo se trata de acompañamiento hospitalario, sino domiciliario. Cuando una persona mayor necesita estar durante un periodo de tiempo en un hospital debido a una enfermedad o una intervención quirúrgica, aparece la figura del cuidador como elemento clave en los cuidados.

Elegir un acompañante hospitalario: ¿qué debo valorar?

Cuando un anciano necesita de acompañamiento hospitalario hay que sopesar dversos aspectos. Existen empresas que prestan estos servicios de manera continua, y que no cabe duda que se trata de la mejor opción siempre. Los acompañantes que se anuncian en los tablones de anuncios de hospitales pueden ser personas con buena voluntad, pero suelen carecer de la formación adecuada a la hora de acompañar a un anciano en un hospital.

No se trata solamente de estar,de leerle o cambiarle el canal de la televisión. Los acompañantes hospitalarios tienen los conocimiento necesarios para atender las necesidades de los ancianos. Tienen conocimientos para entender cómo debe administrase una medicación , así como realizar pequeñas curas o cuidados La mayor parte de ellos han realizado estudios de enfermería, geriatría o auxiliares. Además de esto, realizan una labor psicológica de primer orden, ya que las personas mayores que han de pasar tiempo en el hospital suelen ver mermados sus ánimos a medida que pasa el tiempo.

Los acompañantes hospitalarios son personas ilusionadas con su trabajo, y tienen la capacidad de trabajar de noche, que es el momento del día quizás más crítico. Gracias a unos precios preestablecidos, puede gestionarse de manera adecuada un presupuesto. Igualmente, al cabar su servicio, ya se de día o de noche, dan una información muy valiosa, ya sea a la familia o al cuidador que le releve. Todo con el objetivo de hacer que el anciano se encuentre atendido, que no pierda ninguna toma de medicación o que pueda dar un paseo cuando le toque.

Igualmente vigilan su apetito, le ayudan a comer. La pérdida de las ganas de comer es desgraciadamente un síntoma más de la estancia hospitalaria, y una alimentación pobre, deficiente o no adecuada no hará más que empeorar su estado de salud. Los cuidadores siempre van un poco mñas allá y ayudan a que el anciano recupere las ganas de ingerir alimentos.

Los acompañantes hospitalarios son una apoyo fundamental en los periodos de rehabilitación, ya que ayudan al anciano a practicar los ejercicios prescritos por el personal médico. Son vigilantes de hacer cumplir sus rutinas y horarios, dando un sentido completo a la estancia en el hospital. De la misma manera, cuando el anciano ya puede caminr, el acompañante hospitalario es su principal sostén a la hora de esas largas sesiones de caminatas por los pasillos. Dan una conversación agradable, haciendo que el anciano se sienta acompañado y olvide por unos momentos sus achaques. Como se puede comprobar, la labor de acompañamiento hospitalario es totalmente integral y destinada al bienestar y la pronta recuperación.

A la hora de elegir un acompañante hospitalario, no cabe duda que hay que recurrir a servicios profesionales, ya que son los que están plenamente capacitados para atender a esa persona como es debido. La diferencia entre un servicio profesional de otro que no lo es no solo radica en el grado de atención, sino en el de dar en cada momento lo que esa persona necesita. Debemos procurar que estos momentos de hospital tan delicados sean llevados de la mejor manera posible, y que la atención personalizada sea la que distinga un servicio profesional de otro que no merece la pena elegir.