El microondas es uno de los electrodomésticos imprescindibles en la cocina ya que sirve para cocinar, calentar o descongelar los alimentos, sobre todo cuando no disponemos de tiempo suficiente. Pero, ¿puedes meter todo tipo de productos?

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una lista con las principales recomendaciones a la hora de utilizar este electrodoméstico para evitar que se dañe o pierda su eficacia.

¿Eres de los que suele cocer los huevos en el microondas? Este aparato calienta el interior del huevo «donde se crea una acumulación de vapor» y puede hacer que explote dentro del mismo o una vez que lo saquemos. Por ello, es recomendable adquirir unos recipientes especiales disponibles en el mercado para hacerlo o probar a escalfarlos en agua.

Por otro lado, si algún plato contiene guindillas, hay que tener en cuenta que este producto «libera grandes cantidades de capsaicina», el ingrediente encargado de generar el picante. Al abrir el microondas, «los compuestos químicos naturales se liberarán en el aire, lo que podría generar que te lloren los ojos», advierte la OCU. De esta manera, la mejor opción es que dejes un rato la puerta del electrodoméstico abierta para que se liberen los vapores antes de sacar el plato.

Cocinar verduras de hojas verdes en el microondas, como lechuga o espinacas, puede presentar cierto riesgo. «Para que se cocinen necesitan algo de humedad y si las introduces en seco se pueden producir chispas», avisan desde la organización.

La solución es sencilla, pues basta con no pasarse de tiempo o colocarlas en un recipiente especial para cocinar al vapor. Lo mismo sucede con las uvas, que pueden provocar chispas «y hasta fuego si se meten en un microondas y se calientan». ¿Por qué se produce este fenómeno? Existen diversas teorías y una de ellas es que «las moléculas se ionizan y se crea un plasma brillante que puede llegar a explotar».

¿Cuántas veces has salpicado el microondas al calentar un plato? Al calentar salsas, el vapor originado durante la cocción puede provocar pequeñas explosiones que ensucien el aparato. Además, «podría darse el caso de que alguna bolsa de aire no explote hasta que se saque el plato y entonces puede manchar la ropa». ¿La solución? No te olvides de utilizar la tapa del microondas.

En ocasiones se produce un fenómeno de sobrecalentamiento al introducir determinados productos como el agua. Esto sucede por la acumulación de energía sin que llegue a hervir.

Algo similar podría ocurrir con los envases de algunos productos precocinados, sobre todo con aquellos de poliestireno. «Este producto no está preparado para ser usado en el microondas, porque no soporta las altas temperaturas», por lo que es aconsehable consultar el envase para saber si es apto para microondas.

Con lo que sí que hay que tener especial cuidado es con la madera, ya que es «un material altamente inflamable». Evita introducir elementos de madera en este electrodoméstico por los riesgos que conlleva.

Según la OCU, una bolsa de papel puede provocar «vapores peligrosos cuando se calienta» e incluso llegar a producir un incendio. Hay que extremar las precauciones con este tipo de bolsas o envases, ya que únicamente los de plástico preparados para microondas pueden utilizarse. «El plástico es un material que se puede fundir o migrar sustancias perjudiciales al alimento», subrayan.