Las especias que se usan en la cocina llenan de sabor y aroma las diferentes recetas, una forma de darle un toque distinto a los platos tanto tradicionales como más modernos.

Su uso está ampliamente extendido y, además, cada vez se suman a la cocina más variedades de especias que vienen de todos los rincones del mundo y que hacen de las recetas tradicionales platos más innovadores.

Normalmente, las especias que se adquieren en el mercado no tienen fecha de caducidad, por lo que no importa usarlas una vez y dejarlas durante mucho tiempo en la despensa esperando el momento de volver a utilizarlas. Sin embargo, muchas de ellas sí que tienen fecha de consumo preferente.

En primer lugar, hay que saber diferenciar entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la fecha de caducidad «indica el momento hasta el cual el alimento puede consumirse de forma segura», mientras que el consumo preferente «indica el momento hasta el cual el alimento conserva la calidad prevista».

De este modo, como la mayoría de las especias que se compran no tienen fecha de caducidad, se pueden consumir pasado mucho tiempo sin que esto signifique ningún riesgo para la salud.

Sin embargo, al marcar una fecha de consumo preferente, se indica que las especias, a partir de esa fecha, dejarán de conservar todas sus propiedades aptas para el consumo, lo cual puede significar que su textura, su olor o su sabor ya no sean los mismos.

Conservar las especias en condiciones óptimas, aumentará el tiempo sin que se alteren las propiedades, conservando todo su aroma y su sabor. Así, es recomendable guardarlas en lugares secos, frescos y resguardados de la luz solar. Además, conviene dejarlas en el tarro de cristal, el cual es fundamental que esté bien cerrado para evitar que entre en el interior polvo o suciedad y contamine las especias.