La cama de un hospital. | Imagen de Cor Gaasbeek en Pixabay

La Audiencia Provincial de Barcelona juzga a un ‘bagenc’ acusado de comprarse un coche, pagar facturas telefónicas, sacar dinero en efectivo y pedirse unas pizzas con la tarjeta de crédito de un amigo que se encontraba ingresado en el hospital Sant Joan de Dios de Manresa.

El paciente había facilitado los datos bancarios y las contraseñas a su amigo para que pudiera realizar gestiones mientras permanecía bajo cuidado médico. Los hechos han tenido lugar entre los meses de mayo y agosto de 2018.

Según publica Nació Digital, el importe total del fraude asciende a 7.901,38 euros. Aunque, por otro lado, el amigo estafador, para hacer frente a esa deuda contrató un préstamo bancario de otros 8.000 euros con los datos de la víctima.

Por su parte, la Fiscalía pide «tres años de cárcel para el acusado por un delito continuado de estafa y uno de falsedad en documento mercantil». A su vez, propone «una multa 2.160 euros», además de «indemnizar a la víctima con la cantidad estafada más los intereses pertinentes, y asumir los costes del proceso».