Hojas de cannabis. | Foto de Michael Fischer

Si es la primera vez que se cultivan semillas feminizadas de cannabis o la experiencia disponible es muy poca, es probable que los resultados no sean los esperados. Antes de comenzar con el proceso es necesario conocer cuáles son los errores más comunes.

Una vez que todos sean comprendidos, cualquier persona estará lista para cultivar plantas productivas y sanas. A continuación, se muestran 4 errores usuales durante el cultivo de semillas feminizadas y la mejor manera de evitarlos.

¿Cuáles son los aspectos más importantes a considerar?

La marihuana es una planta que no requiere de procesos complejos durante su cultivo, de tal manera que es poco probable cometer algún error. Sin embargo, algunos expertos suelen incurrir en ellos debido a la confianza o falta de atención al realizar la misma tarea todos los días.

El pH, el calor, el riego excesivo y la tierra son elementos indispensables a la hora de trabajar con semillas feminizadas. Además, la luz es un complemento que no puede faltar en una planta de cannabis, pues es combustible para la generación de energía y permite el crecimiento de la misma.

4 prácticas que se deben evitar al trabajar con semillas feminizadas

A continuación, se muestran 4 errores comunes que se deben evitar a toda costa a la hora de cultivar semillas feminizadas.

1- No tener idea de lo que se cultiva

Este error es normal, especialmente cuando no se es un experto en el área, ya que hay ocasiones en las que se reciben semillas de cualquier extraño para cultivar. Sin embargo, las complicaciones aparecen cuando no se conoce el tipo de cannabis al que pertenecen, es decir, si son índica, autoflorecientes, sativa, etc., lo que complica todo.

El cannabis no solamente debe ser tratada como hierba, hay una gran variedad de características en cuanto al crecimiento de las semillas feminizadas de marihuana. Por ejemplo, una planta índica autofloreciente no tendrá el mismo ritmo de desarrollo que una sativa fotoperiódica.

Algunas semillas pueden cultivarse en ambientes fríos, mientras que otras responden mejor al sol y el calor. Otras necesitan una mayor cantidad de nutrientes, mientras que el resto más fertilización, por lo que hay que estar claro en qué se está cultivando.

Las personas pueden encontrar en la tienda 420GrowShop una variedad de semillas feminizadas para cultivar marihuana. Gracias a la robustez y capacidad genética, las mismas pueden generar cosechas potentes y abundantes.

2- Germinación incorrecta

Muchos cultivos con semillas feminizadas no tienen éxito mucho antes de que broten, pues el cultivador no realizó correctamente el proceso de germinación. Por lo tanto, se muestran cuáles son los pasos para garantizar que sea ejecutada correctamente:

  • Tener una humedad de 70% al 90%

  • Garantizar un ambiente húmedo y oscuro.

  • Conservar una temperatura entre 22 °C a 25 °C.

  • Usar luz fluorescente, en el caso de no disponer de una, el alféizar de una ventana puede reemplazarla.

  • No manipular las semillas, ya que se contaminan y dañan.

  • Verificar que el pH es el adecuado, debe estar entre 5.8 a 6.2 si se usa lana de roca en el proceso de germinación.

La germinación en lana de roca consiste en colocar tacos de este material en agua conservando un pH bajo. Después, las semillas son posicionadas en un agujero abierto en cada bloque o taco. Al pasar unos pocos días las mismas comenzarán a germinar, una vez que sobresalgan las plántulas de la lana de roca hay que moverlas a una maceta.

3- No utilizar la tierra correcta

No hay que volver a usar la tierra de macetas viejas, tampoco sin nutrientes o contaminada con parásitos, hongos, etc. Este error es muy común en los cultivadores y para evitarlo hay que seguir estos consejos:

  • Usar tierra aireada y ligera: la mezcla de tierra para las semillas feminizadas de cannabis debe contener una porción de perlita. De este modo, optimiza el drenaje de la planta cada vez que se riega y la raíz puede crecer sin dificultad. La marihuana no crece cuando un suelo es muy denso.

  • Contener nutrientes: el suelo debe poseer nutrientes esenciales que permitan el crecimiento de las plántulas, así como hacer un proceso de fertilización regular en caso de que no los posean. De este modo, la planta tendrá todo lo que necesita para desarrollarse, en el caso de que el suelo no esté fertilizado, lo más recomendable es usar nutrientes antes de iniciar con los cultivos.

  • Suelo libre de contaminantes: no hay que emplear la tierra del jardín ni sustratos cuya procedencia sea desconocida, tampoco suelos viejos o reusada en otros cultivos. La probabilidad de que contengan hongos o parásitos es muy alta, el sustrato de buena calidad o procedente de marcas de confianza es la mejor opción. Para usar un sustrato viejo hay que acondicionarlo con nutrientes viejos, aunque hay que verificar que no esté previamente contaminada.

4- Emplear las macetas correctas

Las semillas feminizadas de cannabis tienen que ser colocadas en contenedores correctos para este tipo de plantas. En el caso de que su tamaño sea pequeño, la raíz no tendrá espacio suficiente para crecer. Si es muy grande, la probabilidad de aumentar el volumen de riego es más alta, lo que lleva a la aparición de hongos y pudrición de las raíces.

Esta lista muestra las dimensiones que debe tener una maceta de acuerdo con la edad de la planta:

  • 0 a 3 semanas: tacos de enraizado

  • 3 a 6 semanas: una maceta de 10 cm.

  • 6 a 8 semanas: 10l

  • 2 a 3 meses: 14l

  • 3 a 8 meses: 22l

  • 8 a 16 meses: 45l

5- Exceso de riego y fertilización

Una planta que tiene mucha humedad en la tierra sufrirá más daños que una que no se riega. Pues, las semillas feminizadas de cannabis crecen en ambientes relativamente secos. Al aumentar la cantidad de agua, los niveles de oxígeno en la raíz disminuyen considerablemente, causando hongos y la muerte de la planta. El método más efectivo es esperar que la tierra se seque y regar nuevamente.

En el caso de exceder la fertilización, el problema principal es la quema o bloqueo de nutrientes. Para combatirlo hay que lavar el suelo con agua e iniciar nuevamente el proceso de fertilización cuidando que el pH esté en los valores adecuados, de lo contrario la planta enfermará.

Cultivar semillas feminizadas es sencillo siempre y cuando se conozcan los errores más comunes y cómo evitarlos. Muchos expertos publican consejos en blogs, revistas profesionales y portales online que sirven como guía para las personas que poseen poca experiencia en este tema.