Una vez más las redes sociales han hecho su magia. Jaime y Teresa eran amigos en el instituto, a poco de acabar el curso Teresa, siempre de «notazas» estaba nerviosa por un examen de matemáticas. Entonces, él le pasó una nota en 1998: "Te apuesto un helado a que apruebas, como siempre". Ella respondió: "Yo, Teresa, en pleno uso de mis facultades mentales apuesto un helado a que suspendo matemáticas". Y escribió la fecha.

Acomodando papeles días atrás, Jaime encontró la nota y se dio cuenta de que se cumplían 25 años de aquel contrato; en medio, la selectividad, la universidad, el trabajo y la misma vida hicieron que se perdieran la pista.

No dudó en buscar a Teresa e internet. Y la encontró. Es médico y trabaja en el hospital de Valdecilla. Jaime no dudó en presentarse allí para finalmente tomarse ese helado que se debían.