Podemos rebajar la temperatura de nuestra casa siguiendo una rutina diaria | Pexels -Evgenia Basyrova-

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, mantener nuestra casa fresca se convierte en una prioridad para garantizar el bienestar y el confort. Las altas temperaturas pueden hacer que el interior de nuestros hogares sea muchas veces sofocante (sobre todo por la noche), pero afortunadamente hay una serie de trucos y consejos que podemos seguir para combatir el calor sin depender exclusivamente del aire acondicionado. Aquí te presentamos 10 estrategias efectivas:

1. Persianas y cortinas

Una de las maneras más efectivas de evitar que el calor penetre en el hogar es cerrando persianas y cortinas durante las horas de mayor sol. Esto puede reducir la entrada de calor en un 30 %. En caso de necesitar algo de luz ya que estamos en la sala, siempre podemos abrir la que veamos que sea la primera donde el sol deje de darle directamente. Así también evitaremos el consumo de luz.

Las persianas hacen que el calor exterior no entre en nuestro hogar. Foto: Pexels -Bryan Geraldo-

2. Ventilación estratégica

Airea tu casa durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas. Con 40 minutos basta, de esta manera favorecerás que no aparezcan humedades ni malos olores. Durante el día, cierra casi todas las ventanas para mantener el aire fresco dentro.

3. Techos y paredes

Si puedes invertir en aislamiento térmico para techos y paredes, hazlo. Estos aíslan la casa del calor exterior, ayudando a mantener temperaturas más frescas en el interior. Se puede conseguir una temperatura estable todo el año y reducimos el consumo de energía.

4. Plantas y vegetación

Las plantas, además de purificar el aire, proporcionan sombra y frescor. Si tienes espacio, considera plantar árboles o arbustos cerca de las ventanas para bloquear directamente la luz solar. Si eso no es posible y las tienes dentro de casa puedes pulverizarlas con un spray y notarás como como se refresca en la sala donde se encuentran, se ha demostrado que hay plantas como el aloe vera que rebajan la temperatura.

Las plantas pueden ayudar en gran medida a refrescar nuestra casa. Foto: Pexels -Huy Phan-

5. Uso de ventiladores

Los ventiladores de techo pueden ayudar a distribuir el aire fresco de manera más uniforme por la casa. Asegúrate de que giren en sentido contrario a las agujas del reloj para que empujen el aire hacia abajo. Si disponemos de los que son de pie es preferible ponerlos cerca de la ventana por la noche para que entre el frescor.

Hay ventiladores de techo que llevan incorporada una luz. Foto: Pexels -Curtis Adams-

6. Electrodomésticos

Como todos sabemos generan calor al funcionar. Intenta usar lavadoras, secadoras y hornos durante la noche o en las primeras horas de la mañana. Además tenerlos con el piloto rojo encendido (comúnmente llamado «stand by»), también hace que desprenda calor.

7. Colores claros

Las superficies oscuras atraen más el calor. Si estás considerando pintar tu hogar, opta por colores claros que reflejen la luz, además se ha mostrado que las paredes pintadas de blanco son capaces de reducir la temperatura en varios grados en comparación con otros colores, además refleja la mayor parte de la radiación solar, evitando que el calor se acumule en el interior de nuestra casa.

Los colores claros, especialmente el blanco reduce la temperatura en la sala. Foto:Pexels -Leah Kelley-

8. Lámparas de bajo consumo

Las que son incandescentes emiten una gran cantidad de calor. Cambia a luces LED o de bajo consumo, que son más frescas y eficientes energéticamente. De hecho hay que intentar no encenderlas y es preferible abrir un poco la persiana para que entre la luz de fuera.

9. Sellado de ventanas y puertas

Asegúrate de que ventanas y puertas estén bien selladas para evitar que el aire caliente exterior penetre en tu hogar. Si nos da muchas horas de sol directa es bueno considerar el poner toldos ya que de esta manera hacen de barrera a los rayos de sol.

10. Ropa de cama liviana

Durante el verano, opta por sábanas y ropa de cama de materiales ligeros y transpirables, como el algodón. Esto ayudará a que te sientas más fresco durante la noche. Además es mejor si lavamos la ropa de cama cada 3 o 4 días en vez de que sea semanal, tendremos un sueño más reparador si además nos damos un ducha antes.

Con estos trucos el verano no tiene por qué ser una temporada de calor insoportable dentro de nuestra casa y podrás disfrutar de un ambiente más fresco y confortable, sin depender constantemente del aire acondicionado. La clave está en ser estratégico y hacer pequeñas adaptaciones en nuestra rutina diaria.