En la Administración, la gran mayoría de los funcionarios, son personas que día a día muestran su civismo, educación, y profesionalidad, y eso hace que se sientan bien consigo mismo, a la vez que hace que los demás se sientan bien. Aunque reconozco que hay algunos «quemados». Algo muy comprensible. Todo funcionario se esfuerza para dar una buena imagen, y tener un comportamiento aceptable desde una perspectiva moral aceptable. Si, aunque para algunos cueste creerlo. Pero como funcionarios, no nos queda otra, debido a nuestra responsabilidad, que aprender a ser inmunes a cualquier memo que podamos tener a nuestro alrededor (lo digo por los políticos de turno, Sr. Alcalde, Concejala de RHH y al «jefe» de la Policía Local) tres personajes, que no digo lo que pienso realmente, porque volverían a gastarse mas dinero de los contribuyentes en ponerme otra querella criminal por calumnias e injurias. Así como 100.000 Euros en una RPT, que desde el año 2018, duerme el sueños de los injustos.

Pero, por desgracia, cada vez son más los funcionarios «quemados» ¿se acuerdan de que íbamos a salir mejores? Nada más lejos de la realidad en el ayuntamiento de Vila, no es que haya ido a mejor, es que ha ido a peor. Han favorecido a los «suyos», y al resto que les den, los primeros pueden hacer lo que quieran, tienen barra libre, y no se esconden, algunos hasta se pavonean ante los compañeros, son camaleones, si en nueve meses hay cambio de gobierno, ellos se cambiaran de chaqueta, lo que haga falta con tal de seguir disfrutando de sus privilegios, aunque sea lamiendo botas.
Mientras, los funcionarios «quemados» hartos del trato que reciben por parte de quien debería poner orden y sus regidores, como es lógico bajan su rendimiento, hartos de jefes puestos a dedo cuyo único mérito es hacer la pelota al político de turno. Auxiliares administrativas a quienes no se les reconoce (y son un buen número) que hacen funciones de administrativas, podría seguir y seguir. Pero va a ser que no, y va a ser que no, porque nada cambiara.

Los políticos, compañeros, lo tienen claro «divide y vencerás» así favorecen a unos de forma descarada, reparten cargos a dedo y ya sabemos que, siendo claros, la estupidez es una enfermedad difícil de curar, y además es altamente contagiosa, es por eso por lo que debemos ser muy cuidadosos, ya que cualquiera que no esté suficientemente vigilante puede adquirir esta terrible enfermedad.
De ahí, la importancia de mantenernos unidos, la unión hace la fuerza, eso sí, siempre habrá los cuatro tarugos come gambas, salivando alrededor de los políticos que nos gobiernan. Este espécimen no tiene arrestos para presentarles cara.

NO estoy hablando de cualquiera. Estoy hablando de personas que son altamente toxicas, que solo se dedican a criticar por la espalda. Y a dañar, a todos aquellos que se cruzan en su camino y quieren trabajar. Y no se te ocurra decirles lo que piensas. Porque al rato, el alcalde o político de turno ha sido informado, por los salivadores oportunos. Pero, aun así, nosotros seguiremos esforzándonos en el día a día, aunque no tengamos muchas ganas de hacerlo (algo muy humano).

Es gracias a estos «compañeros» que se lo ponen fácil a los políticos y la división que han conseguido, que una vez más, a falta de nueve meses para las elecciones, no se han dignado a finalizar las negociaciones para la RPT (relación de puestos de trabajo), de la carrera profesional, mejor ya ni hablamos, y encima se ofenden cuando los sindicatos ajenos a su partido lo denuncian en la prensa.

No como los come gambas, que callan y ríen las gracias del jefe a la espera de la recompensa correspondiente antes de las elecciones. No quieren mejoras para los trabajadores, para ellos no importamos nada, a veces incluso parece que somos una molestia necesaria, pero molestia al fin y al cabo, porque la triste realidad es que sin los funcionarios la administración no funcionaria, pero sin los políticos si, ya se demostró hace años durante el mandato de Marienna, y lo volvimos a demostrar durante la pandemia, cuando el alcalde, sus regidores y asesores se escondieron en sus casas, mientras personal administrativo y personal de limpieza, mantenimiento y policía local seguían trabajando. Eso demuestra su valentía política ante la adversidad.

En otros ayuntamientos, gobernados por partidos de derecha o izquierda, se han negociado RPT o carrera profesional, aquí nada de nada. La mayoría de los trabajadores terminaran este mandato como empezaron, o peor, porque se ha perdido dialogo y transparencia ¿vamos a permitir que sigan ninguneándonos? No podemos ni debemos seguir mirando a otro lado mientras se ríen de nosotros, si hay dinero para nombrar cargos de confianza que cobran más que el alcalde, o asesores que no se saben ni que hacen, tiene que haberlo también para mejorar las condiciones laborales de resto de trabajadores, sin excepciones. Recuerden , ustedes dicen del Psoe. «o» de Obrero.