La tendencia.
Las elecciones andaluzas tienen particularidades no extrapolables a otras comunidades, como es el hecho de que el PSOE esté en el Gobierno desde hace más de tres décadas. Sin embargo, la tendencia que han marcado las urnas contiene claves importantes. En 2012, la izquierda en su conjunto obtuvo 59 diputados. Ahora, con la irrupción de Podemos más los del PSOE e IU, tiene 67. Hay un giro evidente. Otro hecho clave es que el PP pierde la hegemonía del centro derecha. Se le ha ido un tercio de sus escaños y más de medio millón de votos, mientras que el partido de Albert Rivera se convierte en cuarta y potente fuerza. El propio PSOE canta victoria pero ha perdido cien mil votos. El bipartidismo, tal como se ha conocido desde la Transición, es evidente que empieza a resquebrajarse.

Podemos ya es una realidad.
La formación de Pablo Iglesias está lejos de ser una alternativa de gobierno pero en Andalucía ha obtenido cerca de 590.000 votos, un indiscutible éxito que no ha podido, sin embargo, con Díaz. Habrá que ver los movimientos del partido de Iglesias a partir de ahora, sobre todo si sigue atacando a ‘la casta’ de manera desaforada o si tenderá puentes de entendimiento con el PSOE andaluz. De momento, la estrategia rupturista le ha dado resultado. Los próximos dos meses serán de una intensidad pocas veces vista en España.