El exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez dio ayer la sorpresa en el proceso de primarias al presentar 57.369 avales a su candidatura frente a los 62.617 de la candidata oficialista Susana Díaz. La escasa diferencia a favor de la dirigente andaluza, apenas cinco mil firmas, es una prueba de que la militancia socialista cuestiona que Sánchez tuviera que ser la principal víctima del ‘no es no’ a Mariano Rajoy y censura abiertamente el papel desempeñado por la actual gestora para resolver la crisis. El tercer candidato en liza, Patxi López, ha quedado a considerable distancia, con alrededor de doce mil avales en todo el Estado.

Baleares, un verso suelto. Los militantes del PSIB-PSOE no han seguido la misma tónica que los de la mayoría de las comunidades, toda vez que en las Islas Pedro Sánchez ha sido el candidato más votado, seguido de López y, en tercera posición, Susana Díaz, muy alejada del primero. La dirección del PSIB, con Francina Armengol a la cabeza, siempre apoyó a Sánchez en su pugna interna por negarse a facilitar la investidura de Rajoy y defendió que se diese voz a los militantes, pero cuando Patxi López anunció su candidatura la dirección del PSIB se alineó con sus postulados, ajena a la irrupción posterior de Sánchez. En todo caso, queda claro que Susana Díaz no es la preferida de los socialistas de Balears.

Alianzas finales. La presentación de los avales es sólo un trámite previo a la celebración de las primarias, pero su número en función de cada candidato es una indicador de su potencial electoral. Con este escenario queda claro que la lucha por el control del PSOE está en manos de dos: Díaz y Sánchez. En todo caso, este último necesitará el apoyo de unas bases imprescindibles para poder afrontar con garantías la pugna directa con Susana Díaz. La baza que debe jugar no es otra que tratar de lograr una alianza con Patxi López. La clave final de las primarias puede estar en el papel que jugará el dirigente vasco.