La advertencia de la asociación de los agentes de viajes (AVIBA) de que el descuento aéreo del 75% en los vuelos interislas que ha decidido aplicar el Gobierno Rajoy es superior a la tarifa plana de 60 euros ida y vuelta por el que aboga el Govern Balear, ha de ser motivo de reflexión sobre los logros que puede alcanzar un Archipiélago cuando defiende sus intereses. Han sido dos diputados canarios, cuyos votos necesitaba Rajoy para aprobar los Presupuestos, los que han logrado este éxito para Canarias y, por extensión, para Balears, ya que el Gobierno central creaba un agravio comparativo insostenible si sólo lo hubiese concedido a las Islas Afortunadas.

Ideas claras. Tanto la diputada de Coalición Canaria, la moderada Ana Oramas, como el de Nueva Canarias, Pedro Quevedo (aliado del PSOE), han demostrado tener muy clara su estrategia para lograr el máximo posible para su Archipiélago. Sus votos han sido clave. Y su objetivo también: hacer comprender a Madrid los enormes inconvenientes que conlleva el hecho insular. Rajoy necesitaba su apoyo. Y ha tenido que torcer en esta ocasión su en otras veces sólida vocación recentralizadora para mantenerse en el poder, haciendo concesiones importantes a la periferia. Sumando todas las inversiones comprometidas, Canarias ha ganado más de 200 millones. Y Balears, que en esta ocasión se ha beneficiado de rebote, no debe olvidar esta lección.

Firmeza. Sin duda los diputados baleares se han sabido mover en la trastienda para evitar que saliesen beneficiados únicamente los canarios. Pero la diferencia es que estos últimos lo han podido hacer con la cara alta. Y Balears tiene muchísimo que reivindicar. Su financiación es sonrojante; el déficit fiscal es enorme y queda por desarrollar un Régimen Especial aprobado en la década de los años 90, que aún sigue pendiente de aplicación en sus aspectos más importantes. Lograrlo debería ser uno de los grandes debates del Parlament Balear. Los descuentos aéreos son sólo un primer paso.