Las playas de Ibiza han sido reconocidas con siete banderas azules. En concreto, el distintivo de calidad lo han recibido las playas de Es Figueral, Cala Llenya, Cala Llonga, Es Canar, Arenal Gran de Portinatx, Cala Benirrás y Cala Sant Vicent. El número de banderas es uno menos que el pasado año, lo que demuestra el escaso, por no decir nulo interés, que las instituciones ibicencas muestran por estos galardones, que teóricamente reconocen la calidad de las playas de la isla. Sin embargo, desde hace años parece que las banderas azules no suponen nada para las autoridades que no hace tanto tiempo se hacían fotografías cuando las recibían y ahora, en cambio, llegan a ningunear el galardón.

Desinterés.
De nuevo, algunos ayuntamientos ni siquieran se han molestado en solicitar las banderas azules. En 2016, cuando Sant Josep se quedó sin ninguna bandera azul, la justificación fue que cada vez se solicitaban más requisitos, más burocracia, atención y mejores servicios. Quizás lo de la burocracia se puede entender como un obstáculo, ¿pero no sería interesante que los ayuntamientos, con todo lo que cobran por las concesiones de las playas, hiciesen un esfuerzo para adaptarse a las peticiones, disponer de buenos servicios y acreditarlos por organismos independientes? De nuevo no ha habido ni el más mínimo interés en conseguir el galardón que concede la Fundación Europea de Educación Ambiental.

No quieren banderas.
Sorprende que ninguno de los gobiernos progresistas de Ibiza haya considerado necesario optar a estas banderas. Así, los ayuntamientos de Vila, Sant Josep y Sant Antoni siguen creyendo que no son necesarias que estas banderas ondeen en sus playas. No se entiende, sobre todo porque en las hemerotecas pueden encontrarse fotografías de los alcaldes con las banderas. Este año, igual que el pasado, sólo Sant Joan y Santa Eulària se han preocupado en solicitarlas. Una auténtica lástima. Solo deseamos que las playas que no tienen galardón estén en condiciones durante esta temporada turística.