La celebración el pasado jueves de un pleno extraordinario del Ajuntament de Sant Antoni, para desestimar las alegaciones del sindicato UGT y lograr un endurecimiento de los requisitos del puesto de jefe de la Policía Local, con la exigencia de titulación universitaria, puede haber hecho saltar por los aires toda posibilidad de alcanzar un pacto entre PSOE-Reinicia y el concejal de PxE, Joan Torres, cuyo voto es imprescindible para conformar una mayoría de gobierno de cualquier color político. Tanto la izquierda como el centro derecha, necesita el apoyo del edil de PxE.

Graves acusaciones.
El aún teniente de alcalde y concejal de Medi Ambient, Pablo Valdés, lanzó duras críticas contra Torres por el interés que este había mostrado por conocer el coste de celebrar un pleno a pocos días de la constitución del nuevo consistorio conforme al resultado de las elecciones del 26-M. Tildó dicho interés de “postizo” y aseguró que durante el anterior mandato se había procurado cuadrar las convocatorias plenarias. Pero acusó a Torres de no haber renunciado a cobrar las dietas cuando se juntaban demasiadas, como sí hicieron otros ediles. Y fue más allá al acusar a su antiguo compañero en el equipo de gobierno de “pastelear con compañeros” que cobraban una nómina municipal para asistir él a reuniones y percibir las dietas.

Imposible reeditar el tripartito.
Sorprende que Valdés haga públicas sus acusaciones en este momento, cuando el martes pasado un comunicado de PSOE-Reinicia intentaba satisfacer a Torres aludiendo a los errores que se pudo cometer en el pasado, a la vez que se destacaba la incoherencia que cometería PxE pactando con el PP. Si Torres es la persona que Valdés describe, no se entiende que pretendan reeditar un pacto con él. Aunque más parece que la última salida de tono de Valdés en Facebook se deba a que ya se da por imposible lograr seducirle. Y todo ello con el silencio clamoroso de Simón Planells.