La entrada en fase 3 de Ibiza a partir de mañana no implicará un aumento de aperturas hoteleras. La patronal calcula que actualmente hay abierta alrededor de un 5% de la planta disponible y afirma que hasta que no se despejen las incógnitas del turismo peninsular y extranjero, no se podrá decir que hay aperturas generalizadas de establecimientos turísticos de alojamiento. Una prudencia compartida por Formentera, que encara a partir de mañana su segunda semana en fase 3 con prácticamente la totalidad de la planta hotelera cerrada a la espera de llegadas de turistas de la Península y extranjero.

Cautela.
Los hoteleros pitiusos no se atreven a aventurar qué porcentaje de la planta hotelera abrirá sus puertas este año ni qué previsión de ocupación manejan para esta temporada atípica. La asociación para la Excelencia Turística Exceltur, por su parte, afirma que si Ibiza y Formentera, así como el resto de Baleares, llegan a un 50% será un logro porque se parte de la nada más absoluta. Y es que julio este año será lo que fue el año pasado mayo, un inicio de temporada ‘suave’ en el que no se esperan grandes llegadas de turistas.

Precisión, claridad y prevención.
Para que la patronal hotelera y el resto del sector turístico se animen a ir abriendo sus establecimientos en condiciones de seguridad es imprescindible que el Gobierno tome la delantera y vaya precisando los protocolos de llegada de turistas a las Islas: si habrá controles en origen y destino y cómo se tendrá que actuar en caso de sospecha de coronavirus de un visitante son algunas de las cuestiones que el Gobierno de Pedro Sánchez debería haber aclarado ya, puesto que estamos a tres semanas del considerado primer mes central de la temporada turística. Los continuos cambios de criterios no ayudan a clarificar cómo se tendrá que actuar, lo que genera más inseguridad aún si cabe entre los empresarios turísticos y, por supuesto, entre viajeros y trabajadores.