La cuestionable financiación de la entrega de premios de Los 40 Principales, una cadena de radio dedicada a la música juvenil, con cargo a fondos del impuesto de turismo sostenible ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del sector hotelero y ha vuelto a situar en el foco de la polémica el cobro de la ecotasa. Desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, exigen la derogación del gravamen al considerar que su razón de ser se ha desvirtuado. Sostienen los hoteleros que su destino se enfoca a inversiones que nada tienen que ver con el turismo sostenible y, por tanto, el objetivo del impuesto queda desnaturalizado.

Debate reabierto.
No le falta razón a la patronal al señalar que la llegada de fondos europeos para afrontar inversiones medioambientales y turísticas propicia dejar sin efecto, al menos durante 2022, la recaudación del impuesto. El análisis del sector es plausible, tanto como criticable la falta de tacto del Govern a la hora de subvencionar eventos que procuran un dudoso retorno en forma de promoción turística y que, además, deberían haberse patrocinado exclusivamente con cargo a presupuesto de promoción turística del Consell de Mallorca, isla en la que se celebró la gala. El Ejecutivo de Armengol se habría ahorrado así la reapertura del debate sobre la ecotasa, cuando los empresarios y hasta la oposición parecían haber asumido su implantación.

Coyuntura excepcional.
Los hoteleros denuncian un comportamiento abusivo del Govern en el destino y gestión del impuesto. La normativa excepcional que permite al Govern disponer de los recursos de la ecotasa sin la aprobación de la comisión que aprueba los proyectos no puede justificar un mal uso de los fondos a proyectos que en nada contribuyen a mejorar la imagen de las Islas y que solo sirven para regar de millones a la emisora del Grupo Prisa. Las escasas explicaciones y la opacidad informativa alimentan, además, las sombras que rodean una operación que nunca debió hacerse.