Unas mil personas se manifestaron el sábado en Ibiza para pedir más seguridad en las carreteras de la isla. La protesta viene motivada por el atropello mortal del ciclista Bernat Ribas, que fue arrollado por un vehículo cuyo conductor se dio a la fuga sin auxiliar al deportista. Los ciclistas han lanzado un serio aviso sobre lo que viven en las carreteras ibicencas, pero el problema es general. Existe una total impunidad en las carreteras, donde para cualquier conductor existe un riesgo muy alto de sufrir un accidente debido a las imprudencias sobre todo de turistas.

Primero, seguridad para los ciclistas

Lo que primero que hay que conseguir tras la manifestación del sábado es que se cumplan a rajatabla las peticiones de los ciclistas. Hay que actuar contra las conductas temerarias, el exceso de velocidad, el incumplimiento de las señales de tráfico y, sobre todo, tener más mano dura contra aquellos conductores que conducen bajo los efectos del alcohol y las drogas. Tampoco tranquiliza demasiado que el responsable de la muerte de Bernat Ribas estuviese libre varios días después del accidente tras el pago de 10.0oo euros de fianza. Muy baratas salen las imprudencias en Ibiza.

Más controles

La situación de impunidad que se vive en las carreteras de Ibiza no puede responsabilizarse a los agentes de Tráfico que hacen su trabajo en una situación de total precariedad, pero es evidente que cualquier conductor vive con gran tensión las infracciones que se cometen incluso en las ciudades. En verano es habitual que las motocicletas adelanten a los vehículos por la derecha, con el problema que esta infracción puede generar. Pasar un semáforo en rojo o no respetar un paso de cebra están a la orden del día. Por ello deben tomarse medidas, que deben pasar por endurecer las penas por incumplir las normas de circulación. O se actúa o habrá más episodios como el de Bernat Ribas.