Se acerca el final oficial de la temporada turística, considerada como buena a rasgos generales, pero también marcada por cierta inquietud. Los últimos datos de la encuesta de ocupación hotelera que elabora la patronal Fehif ponen de manifiesto que la ocupación de las plazas hoteleras legales el pasado mes de agosto, el considerado tradicionalmente como más potente a nivel turístico, ha experimentado un descenso del 1,7% en el conjunto de las Pitiusas, experimentando Formentera la caída más acusada con un descenso del 3,6% en la ocupación frente al 1,5% de Ibiza. La patronal hotelera insiste en que estos «pequeños descensos» no son del todo significativos, pues entran dentro del margen de lo esperado.

Los datos

La realidad de los datos es tozuda: el volumen de pasajeros que mueve el aeropuerto de Ibiza durante prácticamente todo el año, y en especial en los meses centrales de temporada, no se corresponde con los datos de ocupación de las plazas hoteleras legales. El último ejemplo para comparar es que el mes pasado el aeródromo de es Codolar gestionó 1,43 millones pasajeros, un 5,5% más que el año pasado cuando la ocupación de las plazas legales ha descendido prácticamente un 2%. La patronal hotelera    achaca los descensos al descontrol de la oferta ilegal de alojamiento a través de anuncios particulares y plataformas como Airbnb. En este sentido, se calcula que hay 100.000 turistas que no se sabe dónde se alojan y que, precisamente, pueden estar recurriendo a la oferta ilegal.    Otro factor a tener en cuenta son los precios de la noche de hotel, pues alojarse en Ibiza y Formentera está entre los destinos más caros del país.

El debate

Consells, ayuntamientos y Govern deben seguir luchando unidos contra la oferta ilegal de alojamiento y poner todos los medios para ello. En el horizonte, la petición que el Consell d’Eivissa hizo al anterior Govern de poder precintar pisos turísticos y de la cual el actual Ejecutivo autonómico aún no se ha pronunciado. Por parte de los hoteleros cabe la reflexión en los próximos meses sobre si los precios actuales, más bien al alza, se deben mantener de cara a 2024 en un ejercicio de contención para evitar que la demanda siga cayendo aún más el próximo año.