La alcaldesa de Sant Joan, Tania Marí, ha activado los resortes necesarios para poder declarar de una vez por todas la caducidad de la licencia con que aún contaba el mamotreto de cemento de cala d’en Serra. Del proyecto original, que comenzó a tramitarse nada menos que en 1971, solo quedan unas ruinas que ocupan unos 5.000 metros cuadrados de un paraje espectacular y cuyo destino final debe ser sí o sí la demolición. Ese es el objetivo que se ha marcado la primera edil del Consistorio y, de momento, todo indica que en esta ocasión sí es factible el derribo de esta infraestructura.

Oportunidad perdida

Muchos han sido los que han clamado en las últimas décadas por la desaparición de las ruinas de cala d’en Serra. Entre ellos, los socialistas de la isla de Ibiza. Sin embargo, cuando pudieron actuar, lo dejaron pasar. En la legislatura de 1999-2003 lograron que el Govern del socialista Francesc Antich aceptara destinar fondos de la recién creada ecotasa para el derribo. Pero aquello quedó en agua de borrajas. En 2016, fue la propia Tania Marí la que llevó el mismo asunto al Parlament como diputada del PP. Solo Podemos votó a favor de su propuesta. El resto de formaciones, PSOE incluido, optó por la abstención.

Dejadez del PSOE

Nos plantamos en 2023 y las ruinas siguen en pie con todo lo que ello conlleva. Y cuando Periódico de Ibiza y Formentera denuncia la actitud del PSOE ante este problema, los socialistas lo solventan con un mensaje en Twitter (ahora, X) diciendo que ‘falso’. Basta tirar de hemeroteca para comprobar la dejadez con la que han actuado ante un situación que, decían, tanto les preocupaba. Nada que ver con la agilidad con la que corrieron a sacar a los vecinos de los Don Pepe con las excusas, primero, de la ruina y, después, de la recuperación del terreno por sus supuestos valores ambientales.