Subir o bajar el IBI es una competencia que depende de cada gobierno municipal. En los plenos de este jueves el Ayuntamiento de Vila acordó una rebaja, que en algunos casos supondrá un ahorro por vivienda de hasta 90 euros, mientras el Ayuntamiento de Sant Josep hizo todo lo contrario. El gobierno josepí aprobó una ligera modificación de este impuesto para comercios. Ambos ayuntamientos están gobernados por el mismo partido político.

Incoherencia

Uno de los principales argumentos del PP durante la última campaña electoral fue la necesidad de suprimir y bajar    impuestos. Así, el Govern de Marga Prohens ha eliminado el Impuesto de Sucesiones y en el caso de Vila se ha rebajado el IBI, si bien el primer objetivo era la supresión de la tasa de basura. El jueves, en cambio, el gobierno del PP presidido por Vicent Roig acordó una subida del IBI con el apoyo de Vox. Estos asuntos provocaron situaciones llamativas desde la oposición. Mientras en Vila el PSOE votó en contra de la bajada del IBI, en Sant Josep el mismo partido se oponía a la subida propuesta por el PP. Realmente cuesta entender el criterio de los dos principales partidos.

Subidas y bajadas

Sin embargo, lo importante en este caso es la postura del PP de Sant Josep. ¿Qué    necesidad tiene de subir el IBI cuando el gobierno municipal cuenta con 30 millones en remanantes, como recordó el propio portavoz socialista durante el pleno? ¿Subir el IBI es coherente con la política del PP de rebajar los impuestos? El alcalde Vicent Roig tampoco explicó suficientemente durante el pleno los motivos para aprobar dicha subida porque lo que parece evidente es que el Ayuntamiento tiene recursos suficientes para realizar inversiones durante el próximo año. Tampoco se entiende la postura de los socialistas, que en un municipio rechazan la bajada de impuestos y en otras critican las subidas. Todo en conjuto es muy difícil de explicar.