Josep Juan Cardona ha conseguido esta semana la libertad condicional. Hasta ahora disfrutaba del tercer grado, lo que le obligaba a seguir vinculado de alguna forma con la prisión. Pero cuando se cumplen algo más de diez años desde que fue condenado a cárcel, el expresidente del PP se le ha concedido la libertad condicional, que le obliga a ciertas limitaciones pero, en definitiva, podrá llevar una vida prácticamente normal.

Una condena ejemplar.
Josep Juan Cardona fue condenado en el ‘caso Scala’ por los delitos de prevaricación, malversación de fondos, asociación ilícita y falsedad documental. Además de tener que cumplir 16 años de cárcel, Cardona fue condenado a pagar 2,2 millones de euros. Conviene recordar que el expolítico hubiese podido haber reducido gran parte de su condena si llega a aceptar los delitos que se le imputaban, pero prefirió seguir defendiendo su inocencia. También es preciso y oportuno apuntar que Cardona fue condenado tras las declaraciones de dos de sus antiguos colaboradores, que a cambio de beneficios penales apuntaron al exconseller d’Industria del Govern de Matas como el cerebro de todas las irregularidades que se investigaban. A diferencia de sus dos colaboradores a Cardona no se le descubrió ningún enriquecimiento que no se pudiese justificar, ni tampoco una caja llena de dinero en su jardín, como ocurrió con una de las investigadas en el ‘caso Scala’.

Ejemplaridad.
Die z años después de aquella condena hay que decir dos cosas. Una, que Josep Juan Cardona ha tenido una actitud ejemplar en prisión, ayudando a otros reclusos y participando activamente en las actividades formativas del centro. Dos, que aún hoy son muchas de las personas que creen que la condena fue excesiva y dan por hecho que Cardona nunca robó dinero público, algo que sí se demostró en aquellos que, a cambio de descargar toda la responsabilidad en él, se ahorraron muchos años de cárcel.