El Ayuntamiento de Sant Antoni ha informado que habrá restricciones en el municipio por la sequía. Si no llueve en los próximos meses, las limitaciones en el uso de agua deberán aplicarse irremediablemente en el verano de 2024. El alcalde, Marcos Serra, ya ha anunciado que habrá más restricciones que en el verano de 2023. Además de la falta de agua, el incremento de la población que ha registrado Sant Antoni con la construcción de unas 1.000 viviendas en los últimos años obligará a imponer restricciones.

Una desaladora más

El Ayuntamiento de Sant Antoni ha solicitado al Govern un mayor esfuerzo en la ampliación de las tres desaladoras que ahora abastecen de agua a toda la isla. Además, se plantea la necesidad de redactar el proyecto de una cuarta desaladora. Marcos Serra ha criticado que la anterior presidenta, la socialista Francina Armengol, se negó a escuchar las peticiones de Sant Antoni para disponer de una cuarta desaladora. Ya se sabe que el anterior Govern tuvo muy poca sensibilidad a la hora de solventar los problemas de los ayuntamientos gobernados por el PP, aunque ello significase también castigar a los ciudadanos. Es evidente que Sant Antoni fue permanentemente ignorado por el anterior Govern, también en materia de recursos hídricos.

Un fracaso

Adoptar medidas restrictivas es una realidad que debe afrontarse con la máxima transparencia, pero es un claro ejemplo de una política fracasada. Porque gestionar los recursos hídricos requiere especialmente previsión y lamentablemente no se contempló el incremento de viviendas (1.000 en los últimos años) para poner en marcha una nueva desaladora. Por desgracia las medidas difícilmente podrán ahora adoptarse con tiempo suficiente para evitar las restricciones este verano en Sant Antoni, pero con asuntos tan sensibles e importantes para los ciudadanos no vale la improvisación y mucho menos el sectarismo político. El Govern de Marga Prohens debe ponerse manos a la obra y adoptar las medidas para que las etapas de sequía no limiten los servicios que merecen ciudadanos y turistas. Ya no valen las excusas por mala planificación.