De acuerdo con los resultados de las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre publicados por el Ministerio del Interior los ciudadanos de las Islas Baleares no son, en su mayoría, independentistas del Estado español. El Partido Popular obtuvo 140.542 votos, Podemos 111.416 votos, el Partido Socialista Obrero Español 88.542 votos, Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía 71.446 votos, Més 33.931 votos, el Pi-Proposta per les illes 12.902 votos.

El grupo político Més per les illes que representa según su ideario básico "el espacio político de izquierdas, soberanista y ecologista" no tiene representación significativa en la isla de Ibiza pero han sido claves para formar la mayoría parlamentaria que gobierna actualmente en Baleares tras las elecciones autonómicas del año pasado, gracias a la vigente Ley electoral que traduce en oro el apoyo minoritario de esta formación en Menorca. Esta mayoría parlamentaria - socialistas, comunistas e independentistas - es con toda probabilidad la coalición que alcanzará el gobierno de España si el PSOE nacional finalmente cede a los postulados independentistas, tal como lo hace el PSIB, confundiendo capacidad de diálogo y acuerdo con el absurdo de pactar con quiénes quieren destruir el consenso constitucional de 1978.

Lo cual esperamos que no ocurra, a pesar de que las minorías independentistas han decidido el gobierno de nuestra nación en varias legislaturas. Y todos sabemos ya cuál es su "hoja de ruta": romper España y destruir todo lo que suene a español.

En las presentes elecciones generales del 26 de junio la propuesta de «Sobirania per les Illes» representa dicha "constructiva" opción política, siendo Esquerra Republicana de Catalunya el sector con más peso en la misma.

El español o castellano es nuestra lengua común, la de todos los españoles, del orden de 427 millones de hablantes nativos. Puede ser considerada la tercera lengua del mundo por el total de hablantes, tras el chino mandarín y el inglés, con más de 21 millones de estudiantes, y la tercera en comunicación internacional tras el inglés y francés. Es evidente que dominar la comunicación en español e inglés ofrece a nuestros hijos potentes herramientas para su desarrollo personal frente a la opción actual de catalanizar la educación pública, avalada por nuestros estimados catedráticos de la Universidad de las Islas Baleares. El propio Partido Popular asumió en nuestro Estatuto de Autonomía estos postulados que han derivado en la actualmente celebrada Ley de Normalización Lingüística. Ley prostituida que no respeta nuestra propia identidad balear al relegar a carácter vulgar e inculto las modalidades insulares de la lengua, las cuáles sí que representan nuestra genuina personalidad isleña. No olvidemos que Ibosim, Ebusus, Yebisah, Eivissa, Ibiza, existe desde el siglo VII a.C. y que la propia Generalitat reconoce que Cataluña nunca existió como unidad histórica independiente, ante la evidencia del Tratado de Corbeil firmado en 1.258 entre el Rey de Aragón y el de Francia.

Para tener claro en qué dirección empujan estas fuerzas nacionalistas que tienen sometido actualmente al Gobierno Balear y que pretenden someter al Gobierno de España, no hay más que echar un vistazo al «nuevo modelo» de radiotelevisión pública prometido por los partidos del Pacte y que debe avalar el nuevo Consejo Asesor de IB3. Un organismo de nueva creación (otro más), formado por 15 personas, representantes de asociaciones, sindicatos y otras instituciones y entidades de los sectores audiovisual, cultural y universitario y de diversas organizaciones de la sociedad civil donde, curiosamente, se ha vetado a la Fundación Jaume III, cuya inclusión fue reclamada por Ciudadanos para reivindicar su labor en defensa de las modalidades lingüísticas de las islas y como contrapeso a la Obra Cultural Balear, organización pancatalanista subvencionada con fondos públicos y que dispone de doble representación. Sin entrar en las dos nuevas plazas de directivos que ha generado suspicacias a los, de momento, palmeros de Podemos. Sin entrar en la justificación económica de mantener una televisión autonómica pública con este «Consejo Asesor» cuando ya existe TV3.

Por tanto, y volviendo al ya convertido en tópico eslogan del «voto útil´»: ¿cuál es el voto útil? El que ha permitido que tanto PP como PSOE gobiernen los últimos lustros sometidos a minorías independentistas que pretenden romper el estado español y los acuerdos constitucionales. El que ha permitido la ejecución de políticas que conducen a la ruina nuestro Estado del Bienestar y que, en definitiva, dilapidan nuestro futuro con tal de mantenerse en el poder. O el que claramente se posiciona por la unidad de España sin complejos guerra civilistas y planta cara con propuestas claras: bajar los impuestos y que los autónomos no paguen cuota si no superan el salario mínimo, recuperar la clase media, aumentar el permiso de maternidad y paternidad de 16 a 26 semanas para ayudar a las familias, una educación pública de calidad, con libros gratis y donde nuestros hijos sepan inglés, menos listas de espera y recortes en Sanidad, más camas de hospital y ayudas a la dependencia, un gobierno con las manos limpias, acabar con los aforamientos y que los corruptos devuelvan hasta el último euro que han robado, un país donde el voto de todos los españoles valga lo mismo. España no hay que romperla, hay que reformarla, desde el centro, no desde los extremos. Tiempo de acuerdo. Tiempo de cambio. Este es el voto útil.