Gracias a una política turística eficaz durante las últimas legislaturas capitaneada por Toni Marí Carraca y la ahora alcaldesa, Tania Marí, Sant Joan de Labritja se ha convertido en un destino diferenciado que ha conseguido, mejor que ningún otro, el ansiado equilibro entre la riqueza económica que aporta el turismo y la calidad de vida de los residentes. No ha sucumbido a los cantos de sirena del ocio nocturno, ni a la tentación del lujo excluyente. Nuestro concepto de lujo no pasa por el yate y el caviar, sino que entendemos que lo realmente exclusivo es tomarse una cerveza fría en un llaüt antes de saborear un bullit de peix con pescado de la zona en cualquiera de nuestros restaurantes costeros.

Sin grandes aglomeraciones, sin beach clubs, con playas y calas cuidadas por sus concesionarios, con una oferta gastronómica variada y de calidad y con una oferta de alojamiento para familias y personas que ansían el descanso, nuestro municipio se ha impuesto como el último reducto de tranquilidad de las Pitiusas en medio de la vorágine del turismo de excesos que está devorando el resto de las islas.

Por esta razón son tan importantes los esfuerzos que se están haciendo desde el Consell d’Eivissa para combatir eficazmente la oferta turística ilegal y para poner coto a un turismo de excesos que destroza nuestra imagen al exterior. Es imperativo que se articulen instrumentos legales que permitan al Consell d’Eivissa precintar pisos turísticos ilegales y con ello mandar un mensaje a los ‘piratas’ que se enriquecen, en detrimento de aquellas empresas que lidian con toda la burocracia necesaria para tener su actividad en perfecto estado de legalidad. Así, los ayuntamientos debemos ser unos leales aliados del departamento de ordenación turística para ayudar a identificar infractores, sancionarlos, aportar seguridad jurídica y acabar con la sensación de impunidad que todavía tienen algunos.

Hay que poner en valor y tomar ejemplo de aquellos que han sabido orientar su política turística y de aquellos que están sabiendo reaccionar y adaptarse a los cambios de esta nueva era. Santa Eulalia se erige como un destino impecable que combina un turismo familiar de calidad con una oferta complementaria y unos servicios para una experiencia completa y satisfactoria. En la misma línea, Sant Antoni está sabiendo virar el rumbo y avanzar hacia un turismo más gastronómico, deportivo y de eventos para dejar atrás los excesos y reconvertir zonas como el West End con acciones púbicas concretas de la mano del sector.

Por nuestra parte, en Sant Joan somos conscientes que nuestro mejor producto para ofrecer a nuestros visitantes es la autenticidad y la tranquilidad. En este sentido, apostamos por un turismo familiar que distribuya su gasto en negocios distintos del municipio y así la riqueza llegue a los diferentes comercios que vertebran nuestro tejido empresarial. El ‘lujo’ tiene cabida, pero no debe acaparar la totalidad de la oferta, dado que ello supondría perder el principal elemento diferencial que nos caracteriza.

Sant Joan es el municipio más verde y más rural. Por esta razón, nuestro compromiso también es con los hoteles rurales y con los agroturismos, los cuales acogen un perfil de turista muy interesante y, a la vez, cuidan y mantienen nuestro patrimonio paisajístico y nuestro ecosistema. Como es evidente, la acción pública en este sector tiene una capacidad limitada, por ello es importante que empresas e inversores vean que no necesitamos emular a ningún otro destino porque Sant Joan puede ofrecer mucho más que Sol y playa a sus visitantes: naturaleza, folklore, gastronomía, artesanía, cultura, deporte al aire libre y un largo etcétera que invitamos a descubrir.

Nos queda mucho trabajo por hacer, pero en Sant Joan queremos reivindicar un modelo turístico más apacible, sostenible y respetuoso. No son palabras vacías, sino que con medidas concretas, una promoción certera y buena coordinación entre administraciones, conseguiremos que el conjunto de la isla siga siendo un destino atractivo y próspero que combine con la calidad de vida de los residentes. En ello está Sant Joan y el Presidente y titular de la cartera de turismo, Vicent Marí, quien entendió desde el primer día que el turismo se debe combinar con la agricultura y por ello estamos viendo un nuevo renacer en el sector primario de Ibiza que nos permite tener esperanza en el fortalecimiento de otras industrias y sectores productivos más allá del ocio.