Agradezco a Periódico de Ibiza el espacio que me cede para presentar el Partido Punki Liberal Moderado (PPLM), un nuevo proyecto político en Ibiza, que iniciamos con mucha ilusión y la voluntad de cambiar las anquilosadas formas de hacer política.

¿Se puede ser punki y moderado a un mismo tiempo? Por supuesto que sí. A los miembros del PPLM nos atrae la autodestrucción, el nihilismo punki y el quebrantamiento de la ley y las convenciones… Pero de lejos y con cuentagotas. Con moderación. En el PPLM, es compatible llevar un imperdible oxidado en la nariz y una corbata italiana sobre el pecho.

Además de punki y moderado, el PPLM también es un partido liberal. La verdad es que, al principio, dudamos entre el progresismo y el liberalismo; como no encontrábamos ninguna diferencia substancial, al final lo echamos a suertes: salió que éramos liberales de toda la vida. En consecuencia, vamos a restringir la intervención de la administración pública en la vida de los ciudadanos; cuando gobierne el PPLM, los Sex Pistols serán de escucha obligada en todos los bares; se prohibirá la música de La Oreja de Van Gogh (y la pintura de Van Gogh, por si acaso); se perseguirá a los hippies y cualquier referencia histórica o literaria al pasado hippie de Ibiza será enterrada o manipulada. La ginebra de garrafa estará subvencionada. Así somos en el PPLM: abiertos al progreso y la tradición.

Vamos a potenciar el sector público, especialmente la sanidad y la educación.

Vamos a bajar los impuestos.

Vamos a suprimir las puertas giratorias y a instaurar las letrinas voladoras.

Somos partidarios del trilingüismo, del triqui triqui y de la triquinosis. El PPLM es insularista, catalanista y españolista. ¿Cómo es ello posible? Con entrenamiento. Los miembros del PPLM nos vamos de tapas con la barretina puesta, bailamos payés vestidos como para danzar un chotis y hablamos catalán en la intimidad, inglés en el váter y español el resto de las ocasiones.

No tenemos una posición definida sobre Europa: los días pares somos europeístas, los impares somos prorrusos, el domingo vamos a misa. De este modo, no es posible equivocarse.

Nos oponemos a la construcción de nuevos campos de golf. El golf no es un deporte punki (de hecho, no hay ningún deporte punki). Somos, sin embargo, firmes defensores de la construcción de nuevos puertos deportivos; fundamentalmente, porque nuestro tesorero tiene unos terrenitos junto a una calita y quiere sacarles algo de provecho; creemos en la igualdad de oportunidades.

El Partido Punki Liberal Moderado está abierto a nuevas formas de participación ciudadana. Además de tener un porrón de amigos en Facebook y de tuitear todas las gilipolleces que se nos ocurren, proponemos que el menú de los bares de carretera se vote a través de internet; también se votará el color de las bragas que deben llevar las militantes (si es que llevaren dicha prenda) y el tipo de calzoncillos de los militantes, si deben ser boxers, slips o de los largos de lana (si es que llevaren calzoncillos los antedichos). Nótese que no hemos escrito las ‘militantas’… ¿Acaso no demuestra ya, este solo hecho, nuestro rechazo frontal al falso progresismo igualitario y/o igualitaria?

De momento, vamos a presentar listas en el Ayuntamiento de Ibiza y en el Consell. Las listas van a estar encabezadas por un primo de mi cuñada Segismunda (la de Móstoles, aquella que tiene una peluquería para gatos en la carretera des Cubells; seguro que la conocen…) y por un amigo de un vecino de mi tía Asun, una buenísima persona cuyo único antecedente penal son un par de hurtos en supermercados. Vamos a por todas. No descartamos presentarnos también al Govern, a las elecciones españolas, a las europeas y a la presidencia del Fondo Monetario Internacional.

Vamos a acabar con el paro.

Vamos a poner gratis los vuelos con la Península.

Vamos a prohibir los vuelos con Mallorca.

Vamos a hundir la barca de Formentera.

Vamos a hacer que os sepáis todas las canciones de Phil Collins.

Amigos y futuros beneficiados, así es el Partido Punki Liberal Moderado: de centro, participativo, coherente. Pero, por encima de todo, somos el partido de las personas y sabemos que nos debemos a los ciudadanos.