Muchos de los miles de pasajeros que llegan cada día al aeropuerto de Eivissa las pasan moradas para desplazarse a otras localidades de la isla si tienen que utilizar el transporte público. La colas para subir a un taxi son interminables y lo mismo pasa con el autobús de la L10, que conecta el recinto aeroportuario con la ciudad de Eivissa. Un principio de solución debería ser aumentar las frecuencias del bus ya que las colas que se forman son de órdago. Así me ha informado un amigo que llegó de Palma y no había manera de ir a la ciudad de Eivissa y, entonces, una empleada le recomendó que subiera al 36, que va a playa den Bossa pasando por ses Figueretes, bajarse allí y seguir andando, un rato a pie y otro caminando, hasta Vila. Así las cosas, no entiendo que los responsable políticos del Consell Insular y del Ayuntamiento de Eivissa no se reúnan con las empresas propietarias de los autobuses y lleguen a un acuerdo para mejorar el transporte, ayudar a los pasajero y acabar con el caos actual. Al parecer, al no haber como antes autobuses fletados por los turoperadores para llevar a sus clientes a sus respectivos lugares de alojamiento ha magnificado el problema. No entiendo, pues, que no actúen ya mismo.
OPINIÓN | Nito Verdera
Caótico transporte público en el aeropuerto
Eivissa22/07/17 4:00
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