Quién no recuerda aquel portentoso debate entre Solbes y Pizarro, en el que ‘El Solbencias’ negó la crisis, mientras su jefe, el futuro negociador bolivariano ZP, decía que él (en su inopia) veía los brotes verdes y tiraba a la basura miles de millones de euros en su Plan E? Aquello fue la escenificación política de la mayor recesión de la economía española y como el país, además, no estaba preparado y muy endeudado, estuvimos al borde del rescate y del hundimiento total, cosa que se consiguió vadear pese a que las cifras de paro subieron a la estratosfera. Pero lo bueno es que de aquella lección no sólo no hemos aprendido nada, sino que la estamos repitiendo. En el caso de Baleares con las Pitiusas, las campañas arranitas del sobran turistas coinciden con la bajada del turismo porque hay muchos países de la exprimavera árabe que reciben al turista con los brazos abiertos, casi gratis et amore.

A lo anterior se une que los últimos datos de paro en España son preocupantes y que la producción industrial —primer síntoma que indica la llegada de una crisis— está en recesión. Por si fuera poco la feria de turismo de Alemania no ha ido bien para Baleares y hay que bajar los precios, más todo el asunto del brexit que ignoramos cómo nos afectará.

Lógicamente sería este momento y no el año que viene o el otro, el justo para coger al toro por los cuernos, sería deseable que los políticos se pusieran a trabajar en la realidad no en la irrealidad en la que habitan. Y como guinda, resulta que Sánchez, que ha tomado medidas muy perjudiciales para la economía española sin estudios de impacto alguno, puro populismo barato, sube en las encuestas y hasta es posible que repita tesis y mandato. O cambiamos el rumbo o tenemos la crisis asegurada.