Una vez pasada la jornada electoral, solo en dos de los ayuntamientos de Eivissa y Formentera ha habido mayoría suficiente de un solo partido político, para gobernar en solitario la institución. Esos dos ayuntamientos son San Juan y Santa Eulalia. En el resto de municipios sera necesario negociar algún tipo de pacto o acuerdo de gobernabilidad. Lo mismo ocurre con los consells de Eivissa y Formentera, donde nadie ha alcanzado la mayoría absoluta.

Por lo que se ve, no parece que haya mucha prisa para cerrar esos pactos de gobierno y en algunos casos resultaran complicados, por lo que sigue siendo una incógnita la composición definitiva de los mismos.

En Eivissa y San José, el acuerdo parece cantado, ya que en ambos municipios el claro vencedor ha sido el partido socialista y es de suponer que no le resulte muy difícil ponerse de acuerdo con Podemos, para conseguir cerrar un gobierno progresista, ya que otra mayoría no es posible.

En cambio en San Antonio, el Consell d’Eivissa y el Consell de Formentera, parece que las opciones son distintas, o hay mas de una. En cualquier caso, algunas de esas opciones se antojan complicadas y rocambolescas y en todas ellas se encontraría la indefinición momentánea de Ciudadanos o PxE. Son estos dos partidos los que han manifestado la posibilidad de pactar tanto con la derecha, como con la izquierda; lo que en mi opinión resulta ciertamente complicado.

Al Consell d’Eivissa, si bien Ciudadanos plantea la posibilidad de pactar con el PP o con el PSOE; lo cierto es que la linea roja que ellos mismos han marcado, que es su negativa rotunda a pactar con Podemos, hace que su única opción real, sea llegar a un acuerdo con el PP, ya que de otra forma no se alcanza la mayoría suficiente.

En San Antonio, es PxE quien puede decantar el gobierno a la derecha o a la izquierda. Y no hay que olvidar que allí sigue coleando la polémica entre ellos y los socialistas, a cuenta del caso de la concejala que decidió cambiar de lista y de partido.

Caso aparte es la negociación en el Consell de Formentera, en el que hay tres partidos con representación y con un número de consellers muy similar, 6-6-5. Y si bien el acuerdo más lógico sería entre GxF y el PSOE, la coalición Sa Unió también se muestra predispuesta a pactar con los socialistas.

Pero sinceramente, no todo vale con tal de gobernar. Los pactos anti natura, siempre resultan de muy difícil gestión y generalmente acaban suponiendo renuncias importantes de propuestas programáticas, que van a parar directamente al cajón de los asuntos olvidados y que suponen un burdo engaño a los votantes de los partidos.

Ante todo debe primar un programa de gobierno coherente, con el que los ciudadanos puedan sentirse identificados y a gusto; sin tener la sensación de que lo prometido en campaña se va al traste, por tener que casar en el gobierno dos ideologías totalmente diferentes; o que los gobernantes deban agachar la cabeza cuando se les pregunte por el incumplimiento de alguna promesa importante.

Lo que cabe esperar de los partidos políticos, es que demuestren que son capaces de gestionar en base a una ideología, o que los posibles pactos, no supongan una total renuncia a ella; ya que lo contrario acabaría siendo un suicidio político.