La quiebra del turoperador británico Thomas Cook nos ha brindado una gran oportunidad para conocer nuestra dependencia de los grandes operadores turísticos y por tanto, nuestra vulnerabilidad si algo les sucediera. Pero también nos ha permitido confirmar lo que nos temíamos, las sospechas de cuán miserables y mezquinos podían ser algunos. Ahora ya lo hemos constado y no cabe duda alguna de que el tiempo que estuvieron comandando la Conselleria de Turisme del Govern, su principal objetivo fue perjudicar tanto como se pudiera a la industria turística, que ellos identifican como la causa de todos los males que aquejan a Balears. Permanentemente preocupados por el ‘procés’ en Catalunya y los derechos lingüísticos —que se haga lo que se haga y gobierne quien gobierne, consideran amenazadísimos— su discurso victimista está únicamente orientado a destruir y perjudicar. Esperar de ellos que se haga algo en positivo o constructivo es tarea inútil.

Més per Mallorca es el partido (si es que cabe referirse como tal a lo que un día fue una coalición cuyos dirigentes andan ahora a puñalada limpia —trapera, por supuesto—) que colocó de consellera de Turisme a la persona más ignorante en la materia que fueron capaces de encontrar en sus filas: Bel Busquets. Ella fue a Turismo lo que Joana Maria Camps a Educación en los tiempos de José Ramón Bauzá, una absoluta nulidad derivada de un desconocimiento pleno y por tanto, incapaz de gestionar eficazmente nada. Ahora se han puesto a criticar al Govern del que forman parte por las medidas adoptadas tras la caída de Thomas Cook y para paliar el desastre en las empresas y en los trabajadores. Pero a los de Més, que en sumayoría son funcionarios y profesores, eso les importa tres pimientos.

Francina Armengol debe expulsar a los consellers de Més del Govern de forma inmediata. Una formación catalanista y turismofóbica, que se alegró de la quiebra de Thomas Cook porque eso significa menos turistas en Balears y que se indigna antes las medidas que adopta el Govern del que forman parte y que no disimulan en criticar, supone un riesgo y un factor de inestabilidad enorme. Más vale que los tire del tren aunque sea en marcha por aquello del mal menor. Es preferible gobernar en minoría que con una colla de conspiradores desleales que, para más Inri, ahora son socios de Esquerra Republicana. Deshazte de ellos, Francina, porque tienes el enemigo en casa.