A modo de preámbulo, es curioso, pero a muchos no nos sorprende que el Sr. regidor tenga prisa en nombrar al director. ¿Quizás sea para hacer olvidar algo? ¿Quizás sea para disimular ante la opinión pública? ¿Quizás las cosas no se están haciendo lo bien que deberían respecto otros lugares y procesos similares?

El Sr. regidor:
-Tiene interés «en que haya una nueva dirección lo antes posible, a ser posible…»
Bien, el proceso de la orquesta (OSCE), agrupación menor que la banda por su administración e historia, ha tenido un proceso selectivo sin carreras, público, transparente a la ciudadanía, y con requisitos de titulación homologada que ha permitido tener un director interesante finalmente.

-«No se seguirá la misma fórmula que se aplicó para escoger al nuevo director de la Orquesta Sinfónica Ciutat d’Eivissa es decir, que no habrá concurso público...»
Bien, el señor concejal no se da cuenta de que con estas actitudes vuelve a la merienda de caníbales que casi le cuesta su cargo, como justamente exigió la oposición en pleno en febrero de 2018. Recordar que tuvo que recular en pleno, admitiendo por tanto lo mal que se había hecho el proceso de primera selección de la OSCE.

-En que «es importante que tenga titulación en dirección de orquesta, sea esta homologada o no en España...»

Bien, una persona que trabaja para la administración ocupando un cargo político, cómo se atreve a autorizar públicamente la no homologación de titulación. Esto, aparte de ser un desprecio a todas las personas que se han formado oficialmente trabajando y pagando las tasas correspondientes para ser titulados homologados, promueve el intrusismo dentro la esfera pública. Es de justicia una línea de transparencia con todos aquellos que esforzándose para titularse –por descontado buenos profesionales– ven usurpados sus puestos de trabajo por la opacidad y por políticos que no valoran el meritaje. Recordar que actualmente hay dos ibicencos que están estudiando para obtener dicha titulación en conservatorios superiores, que hubo 24 aspirantes con titulación homologada en la segunda selección de la orquesta que bien merecen que se les tenga en cuenta, y otros que saldrían si se difundiera y diese la libertad para presentarse a un proceso público. Las negaciones de una oferta pública y el requisito de titulación superior homologada son un insulto a la profesionalidad y dignidad musical y recuerda el proceder de aquella vergonzosa primera selección de la OSCE. ¿Cómo puede ser el señor concejal miembro del consell escolar del Conservatorio –donde se dan títulos oficiales, homologados y reconocidos– por parte del ayuntamiento? Si luego acepta las no homologaciones en los trabajos públicos. ¿Qué se les dice a los conservatorios profesionales y, sobre todo, superiores españoles, que forman músicos de primer orden que muchas veces emigran por no encontrar trabajo? ¿Que sus oportunidades de trabajo están secuestradas? ¿Qué le digo yo a mis alumnos cuando dudan entre dedicarse o no a la profesión musical viendo cómo se comporta la clase política abanderando ideas progresistas? ¿Es esto educar y difundir en la cultura del esfuerzo?
-En que «la idea es buscar a alguien que resida en Ibiza porque es lo más práctico ya que la banda realiza dos ensayos a la semana y lleva a cabo doce conciertos anuales».

Bien, la excusa de que nadie vendría de la península es falsa porque perfectamente se podría dar a esa persona la ocupación de otras áreas y direcciones dentro la escuela que actualmente ocupa personal no titulado, ni especializado. Por tanto, es más que apetecible y bien remunerable para cualquiera bien formado en el cargo de director musical.

Supongo que ahora se empieza a entender el por qué de la cacería, como claramente denuncié, que se me ha hecho a nivel personal, profesional y político.

Todos esperamos sentirnos orgullosos de un nuevo director, digno y escogido con concurso público transparente y legal. Si es el caso, yo mismo públicamente lo apoyaré.