Muy poco y así nos va. Hay que parar el éxodo médico en Menorca e Ibiza (me niego a nombrarlas islas pequeñas o menores). La situación empieza a ser alarmante, ya que se siguen yendo médicos de Ibiza, por lo que aumenta el déficit que ya existía.

Los ibicencos y menorquines no son baleáricos de segunda y tienen los mismos derechos que los mallorquines a una sanidad pública de calidad. Los colectivos profesionales que son los ejes del estado de bienestar, (sanitarios, docentes, funcionarios, cuerpos de seguridad del estado, etc.) se van o no quieren ir, dadas las circunstancias económicas y sociales de estas islas. Esta pandemia ha vuelto a retratar la realidad sanitaria de la isla y, a su vez, el gran compromiso y espíritu de servicio del colectivo médico, supliendo la falta de profesionales. Hacen falta 60 médicos ya y esto redunda en el desgaste profesional de los médicos por la gran sobrecarga laboral y sobre todo los pacientes. Por estas razones hay que ser reivindicativos y exigir a la presidenta del Govern que ponga en marcha estrategias para captar y fidelizar a médicos. Por eso, hay que copiar a Canarias e instaurar ya su indemnización de residencia. El Govern balear paga mensualmente un complemento salarial denominado Indemnización por residencia, común para todos los empleados públicos de Balears, que retribuye a los médicos (A1) que prestan servicio en Ibiza y Formentera con 108.03 euros/mes (que suponen una discriminación positiva con los médicos mallorquines de +10,46 euros/mes).

Esta retribución con tan escaso margen de mejora respecto a los facultativos de Mallorca desde 2008 se complementa con el Complemento de Fidelización, conseguido en negociación por el Sindicato Médico con la dirección del IB-Salut como parte del acuerdo de salida de huelga en mayo de 2008.

Este complemento se cobra anualmente y está recortado en un 5%. De tal forma que en 2020 los médicos con una antigüedad de servicio continuado en Ibiza y Formentera menor a siete años y mayor de un año cobraron 1.900 euros/año (158,33 euros/mes), con una antigüedad de servicio continuado en Ibiza y Formentera menor a 13 años y mayor de siete años cobraron 2.850 euros/año (237,5 euros/mes) y los que llevaban más de 13 años continuados de servicio en las Pitiusas cobraron 5.225 euros/año (435,41 euros/mes).

De todo ello podemos concluir que el Govern balear no pone en marcha las incentivacion económica de Formentera para atraer y fidelizar médicos a la isla de Ibiza. Esto explica, en buena medida, la carestía crónica de facultativos médicos que arrastra Ibiza desde hace más de una década en todas las aéreas asistenciales: Atención Primaria, Urgencias y Emergencias y Atención Especializada. Por el contrario, ¿qué hace el Gobierno canario para atraer y fidelizar médicos a sus islas menores?

Las tablas retributivas de la sanidad pública de Canarias del año 2020 presentan una retribución única para incentivar la contratación y fidelización de sanitarios a las islas menores del archipiélago. Esta retribución denominada Indemnización por Residencia presenta una parte fija dependiente de la categoría del empleado público estatutario y una variable que premia la antigüedad (medida en trienios) de servicio en la isla.

De tal forma que un médico que es contratado para trabajar en La Palma o en Lanzarote desde su primer mes de trabajo cobrará 588,76 euros/mes (un poco más que los médicos que llevan más de 13 años trabajando en Ibiza) como indemnización por residencia y esta cantidad podrá aumentar cada tres años a razón de 41,34 euros/trienios.

Estas diferencias salariales convierten a Ibiza en un destino escasamente competitivo para atraer y fidelizar médicos cualificados. Esta falta de incentivos, sumada al alto coste de la vida en la isla, contribuye a generar una inestabilidad continua en las plantillas que se traduce en un déficit crónico de especialistas en Anestesia, Radiología, Pediatría, Urgencias y Emergencias y Medicina de Familia. Cualquier plan de corrección para paliar esta situación a corto plazo pasa por una sustancial mejora retributiva como la que aportaría el cobro de una indemnización por residencia similar a la de los médicos canarios o la de los médicos de Formentera.

¿Por qué no generalizan a Ibiza y Menorca la incentivación de Formentera? ¿Por qué no extrapolan la indemnización de residencia de las islas menores de Canarias? Máxime cuando la indemnización de los políticos es muy desmesurada y desproporcionada con respecto a lo que cobran los profesionales. Los médicos cobran unos 1.200 anuales y los políticos 1.800 mensuales. Toma agravio mayúsculo.

Este artículo tiene como fuente la información recopilada por el doctor David Fernández Cuesta, delegado de Simebal en Ibiza y Formentera. Éste es un objetivo irrenunciable para el Sindicato Médico de Baleares y que lo estamos peleando desde hace muchos años.

Ahora toca. Ahora es un buen momento para reivindicarlo y confrontarlo, junto con todos los profesionales no sanitarios, afectados. Los menorquines e ibicencos se lo merecen. En derrota transitoria pero nunca en doma.