Protestas de sanitarios de Atención Primaria, el pasado mes de febrero en Ibiza. | Arguiñe Escandón

Junto con el doctor Antonio Pallicer, médico veterano de Atención Primaria de Ibiza, pensamos que ahora más que nunca es prioritario hacer un diagnóstico longitudinal de la trayectoria de lo que todos consideramos el GPS de la sanidad pública. Nos preocupa el deterioro progresivo de la cada vez más insolvente Atención Primaria, donde las víctimas son los profesionales y, sobre todo, los sufridos pacientes .

Yo en este artículo ejerzo de telonero del excelente doctor Pallicer, gran conocedor de esta Atención Primaria a la que ama y le duele tanto .

Pocos somos los que recordamos el cambio que hubo en Atención Primaria (y Atención Hospitalaria) a principios de los años 80 de manos del PSOE. Recordemos que en Atención Primaria estaban los consultorios y los médicos de cupo, con visitas sin cita previa, colas muchas veces interminables y sin historia clínica. Pero no había días de espera, solo cola; eso sí, a veces grandes colas. El médico solía tener una auxiliar que le ayudaba en las tareas administrativas. A principios de los años 80, inspirados en la experiencia cubana, se puso en marcha el modelo de los centros de salud y equipos de Atención Primaria.

Recordemos que mucho antes ya se había creado la especialidad de médico de familia por el sistema MIR con cuatro años de residencia, estudios reglados, rotación hospitalaria, urgencias de Primaria, urgencias de hospital y, en todo momento, supervisado por un tutor. El último año ya podían pasar consulta solos y salían magníficamente preparados para ejercer su especialidad.

Se daba el caso, en esos años, que en muchas ocasiones no encontraban las estructuras (centros de salud) donde ejercer su especialidad ya que debían trabajar en los antiguos consultorios. La red de centros de salud se fue extendiendo lentamente en todo el territorio nacional suponiendo un salto cuantitativo y cualitativo de gigante en la Atención Primaria de toda España. El médico pasaba así de dedicar 2,5 horas diarias a sus pacientes a ocho horas diarias, sin una ganancia evidente de poder adquisitivo del médico por ese cambio horario. A veces, incluso perdiendo dinero.

Por eso, el Insalud instauró un CPT destinado a compensar la pérdida de ingresos a aquellos que quisieron incorporarse al nuevo modelo. Así pues tenemos un modelo de Atención Primaria que funciona bien. Se historia al paciente, se tiene tiempo para escribir, se filtra muy bien las derivaciones al hospital, se mejora la atención urgente con menos derivaciones a Urgencias de hospital, los centros de salud están mejor equipados con desfibriladores, electrocardiógrafos, camas de observación...etc. Algo impensable en los antiguos consultorios.. No quiero dejar de comentar lo que significó la supresión de los antiguos consultorios de especialistas de hospital, Ginecología, Dermatología, Oftalmología, trauma..etc al pasar los pacientes a consultas externas de hospital. Esto significó un aumento inmediato de las listas de espera y, como consecuencia de ello, un aumento de la presión en Atención Primaria. Dicho esto, pasemos a otras situaciones de Atención Primaria.

El tema de las urgencias nunca acabó de solucionarse ya que todavía persiste actualmente. Por un lado, los ideólogos de influencias cubanas pensaron que la continuidad asistencial debía ser a cargo de los mismos médicos de familia que debían tratar a la familia de día, de noche y en festivos y fines de semana. Así que esos médicos se debían turnar para dar soporte a esas urgencias, sin pensar que se iban a hacer viejos, que necesitaban descanso tras una guardia de noche y que en el futuro querrían tener vida familiar. Por otro lado, en Atención Primaria había un SOU (servicio ordinario de Urgencias) llevado a cabo por unos médicos muy mal pagados y que no hacían otra cosa en el sistema público. A finales de los años 90, este grupo se reconvirtió en lo que ahora llamamos SUAP (servicio de Urgencias de Atención Primaria) que no forma parte del EAP (equipo de Atención Primaria) a pesar de trabajar en el mismo centro, con lo que se pierde la famosa continuidad asistencial. No sólo esto dado que los médicos de familia que hacían guardia son mayores y están exentos de guardias y reducciones de jornadas; es muy raro que el médico atienda a sus pacientes en caso de urgencia. Y, en mi modesta opinión, es cuando más necesitas a tu médico con el que tienes confianza.

Por otro lado, las urgencias durante el día desbordan toda la planificación programada de muchos centros de salud, no pudiendo dedicar el tiempo necesario a los pacientes con cita previa. Urgencias en muchos casos (sitios turísticos) que no tienen nada que ver con la población local.