Según ha explicado él mismo a Periódico de Ibiza y Formentera, se trata de una creación que ha realizado este vecino de Can Tomàs junto a su mujer Carmen Marí Boned y sus hijas Núria y Aina, cogiendo el testigo del encargado de hacerlo durante estos últimos 15 años, Juan Marí.
De hecho, la idea surgió hace apenas unos meses en una conversación informal entre ambos. «El año pasado por estas fechas visitamos esta iglesia y al ver a Juan le pregunté de pasada que si un día se cansaba de hacerlo yo me prestaba voluntario porque desde siempre es algo que a mí me ha gustado mucho pero no fue hasta que nos volvimos a encontrar en Sant Rafel cuando ya me propuso él que le sucediera».
Así que Juan Tur se puso manos a la obra junto a su familia y durante estas últimas semanas ha estado dando forma a la idea y planteando la composición del nacimiento con los personajes principales y algunos edificios en su propia vivienda para luego trasladarlo hasta la parroquia de la Sagrada Familia de forma definitiva.
El resultado final que se ha bendecido este jueves por la tarde es una original recreación de gran realismo de unos dos metros y medio de largo, un metro de ancho y algo más de ochenta centímetros de altura en la que no falta prácticamente de nada. Está compuesto por más de 30 figuras elaboradas en escayola propiedad del propio Juan Tur, quien las compró hace ya tiempo en una tienda especializada, y hay desde panaderos a pastores, pasando por agricultores, ganaderos, leñadores, herreros, mujeres que lavan y por supuesto el lugar en el que nació Jesucristo.
Además, cuenta con varios relieves y niveles, multitud de pequeños detalles y varias construcciones como las de cualquier pueblo de la época que, en la mayoría de los casos, también han sido creados de forma artesanal por este belenista aficionado junto a su mujer y sus dos hijas.
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