El artesano ibicenco Vicent Marí Serra ‘Palermet’ explicó, ayer, tanto el funcionamiento de un forn de calç como la técnica de piedra seca. | Daniel Espinosa

La primera jornada de restauración de paredes tradicionales en la fiesta de la sitja de sa Rota d’en Coca, a cargo del artesano Vicent Marí Serra ‘Palermet’, se celebró este viernes en Santa Agnès tras la explicación del funcionamiento del forn de calç.

Los asistentes vivieron este viernes un taller de paret seca en el que los participantes aprendieron a restaurar un muro seco a base de piedra sin mortero «cuya técnica consiste en la colocación de piedras de diferente tamaño y su respectivo relleno».

La primera jornada de restauración de paredes tradicionales se celebró, este viernes, en Corona.
Fotos: Daniel Espinosa.

En este sentido, el maestro restauró este viernes un muro de la zona que estaba caído e indicó que la paret seca es una construcción tradicional del campo ibicenco y con ella se gana tierra cultivable y se evita así la erosión y los daños producidos por las lluvias. Sin duda, la celebración de estas jornadas muestran el creciente interés de la población ibicenca por la recuperación de estos elementos del entorno rural.

Técnica sencilla

Este artesano explicó que se utiliza una técnica sencilla, pero hay que tener muy en cuenta que la mayor parte de la superficie de la piedra debe colocarse en el interior del muro, de manera que la parte visible del exterior sea la superficie más pequeña. «La técnica básica de construcción es bien sencilla y no requiere más que paciencia y trabajo para conseguir que las paredes se sostengan por sí mismas. La mayor parte está escondida, es como si fueran pieza del dominó», puntualizó. Señaló que mientras se va levantando el muro, su interior se va rellenando de cascotes para calzar las piedras y evitar que se muevan.

Más allá del valor paisajístico y patrimonial, el arte de la pedra seca juega un papel fundamental en la conservación del suelo en tierras con mucha pendiente y de lucha contra la erosión. También apuntó, al finalizar el taller, que las piedras buenas y más grandes se han de colocar en la parte exterior del muro y cada una de ellas ha de asentarse, como mínimo, sobre otras dos rocas, así se consigue que se rompa la junta y se forma la estructura.

Cabe recordar que esta técnica de construcción de paredes es Patrimonio de la Humanidad, después de que la convención de la Unesco celebrada en la República de isla Mauricio aceptara así una candidatura impulsada por España, Chipre, Grecia, Suiza, Italia, Francia, Croacia y Eslovenia.

Además, en enero de 2018, el Consell d’Eivissa también aprobó su declaración como Bien de Interés Cultural.