Anna Costa, fundadora de la colla junto a Miquel Serra, recordó que «la filosofía del grupo no es ir a concursos, pero en ocasiones nos invitan a festivales, especialmente de países del Este, a los que nos apetece mucho ir y en los que hacen estos concursos». Según explicó también, hace muchos años un grupo ibicenco en la época de la Sección Femenina había visitado ya Polonia para participar en la conocida muestra folklórica de Zakopane.
En relación al premio recibido este miércoles, Costa destacó que, como siempre, «nuestros trajes tradicionales llaman mucho la atención y, cuando nos ven, se quedan impresionados».
A modo de anécdota, afirmó además cómo la gente se sorprende ya que, mientras que las mujeres de los otros grupos necesitan cinco minutos para vestirse, «nosotras necesitamos una hora y media o dos horas».
En esta ocasión, alrededor de 25 miembros de Es Broll se han desplazado a la ciudad polaca para compartir festival con formaciones de países como India, México o Ucrania, siendo «impresionante» cómo los espectadores recibían a los componentes de esta agrupación cada vez que pisaban el escenario, según Costa. «Hemos bailado mucho», afirmó también.
Costa insistió en la sorpresa que se llevan los espectadores de estos festivales cuando ven el ball pagès: «Al ir como representantes de España, esperan ver flamenco o castañuelas. Por tanto, cuando nos ven a nosotros, no saben qué pensar, aunque la sensación es que gusta mucho».
Precisamente, otro aspecto que destacó Costa es que, a diferencia de Es Broll, grupos como México interpretaban danzas de todo el país. «Nuestro objetivo principal es dar a conocer el ball pagès y nuestras tradiciones por todo el mundo», concluyó.
Es Broll celebró el pasado 2022 sus 40 años de historia, participando en todo este tiempo en festivales de Egipto, Lituania o Turquía, entre otros países.
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