Los alimentos naturales tuvieron un gran protagonismo en Bibo EcoMarket. | Iris Solana

ibo EcoMarket presentó este sábado en Bibo Park su primera edición del verano con puestos de todo tipo, desde ropa y jabones hasta colchones con minerales y comida vanguardista vegana y vegetariana, además de distintos talleres y actuaciones de danza y música en directo. El espacio nacido del enorme éxito obtenido por el Ecologic Festival del año pasado pretende llamar la atención de mayores y pequeños con su oferta variada e innovadora. El mercadillo abre sus puertas de 12 a 21 horas todos los sábados.

«Yo ofrezco maquillaje infantil y para cualquiera que se anime», se reía Abigail. La maquilladora de fantasía, Abi Magic Colors, tenía la tarea de dar la bienvenida a los curiosos desde su puesto, el primero al cruzar la entrada del parque botánico. En el aspecto ecológico, aspecto fundamental del mercadillo, Abigail ofrecía glitter o brillantes compuestos a base de algas y minerales: «Dentro del mundo del maquillaje también podemos ser ecológicos». «El año pasado vino mucha gente, muchos niños con los que hicimos talleres y queremos ofrecer lo máximo a las familias que vengan este año», explicó.

Desde su puestecito llegaba el suave olor de diferentes jabones. A su lado estaba Silvana, de la tienda Antigua Simbólica de Santa Eulària, que participó en este primer mercadillo con productos a granel y «residuo cero». «Este es un gran ambiente y queremos apoyarlo», afirmaba la trabajadora. En su stand se vendían desde legumbres a productos de higiene bucal, pasando por cepillos de limpieza y bayetas vegetales siguiendo su marcada estrategia «residuo cero».

Entre la música destacaban los sonidos de la cocina que llevaba Francisco con su compañero, empleados de AguaUnika. En sus sartenes y ollas de titanio se preparaban decenas de productos como una sobrasada vegana hecha a partir de tomate deshidratada, anacardos, aceite de oliva, pimentón ahumado y agua de los tomates. «Hacemos varias ensaladas, de lentejas y garbanzos, en consonancia con el espacio donde estamos. Es comida mediterránea de calidad y saludable», resaltaba el cocinero. Francisco, sin dejar de preparar gazpachos y zumos, destacó su confianza en el éxito del mercadillo: «Hoy ha llovido pero está muy bien, y más que vendrán».

Frente al tenderete culinario asomaban unos colchones que llamaban la atención por su composición: llevan oro dentro. «La terapia con oro se emplea para mejorar el aspecto de la piel y el descanso de las personas, entre otras muchos aspectos», explicaba Nuria Fernández. En el puesto exponían que los colchones pueden llevar diferentes minerales como amatista o turmalina para beneficiar a diferentes partes del ser. «Si alguien tiene un buen colchón, simplemente le ponemos una funda de esa composición por encima para que consiga toda esta aportación», añadía.

Además de todos estos puestos, en el mercadillo se ofrecieron servicios de tratamiento del agua, venta de ropa de segunda mano, cremas y lociones naturales hidratantes, estéticas y solares, y un «foodtruck» de venta de comida. En el otro extremo, cruzando la cafetería y la tienda de Bibo Park, asomaba un destacamento de la finca ecológica Can Musón. En sus coloridos estantes había desde frutas, verduras y zumos naturales a confituras y mermeladas, tortilla de patatas y coca amb pebrera.

«Estos productos los cultivamos y los preparamos nosotros en la granja», explicaba Maria, cuarta generación de la finca. A su lado asomaban grandes dulces en forma de brazos con ingredientes como manzana, zanahoria o limón, además de versiones veganas o sin gluten «para llegar a todo el mundo».