Y es que Ibiza da para eso y aunque haya tantísimas cosas por hacer no podemos dejar que nos invada lo que llaman FOMO (Fear Of Missing Out), que es algo así como tener la sensación constante de estar perdiéndote algo.

Y es que la típica visita a Ibiza se ha condensado. Se ha pasado del mes de vacaciones a las dos semanas y ahora a los tres o cuatro días. Y está claro que en cuatro días uno no quiere perder ni un segundo porque cada segundo cuesta y cuenta.

Este acelerón de actividad trepidante hace que muchos de los que nos visitan vengan con la lista de actividades programada hora a hora y minuto a minuto, generando un estrés que está muy lejos de lo que deben ser realmente unas vacaciones.

Noticias relacionadas

Hay unos cuantos must que son los imprescindibles y no hay margen a la improvisación. ¡Error!
Lo que realmente cautiva de esta isla es lo que no se puede programar, lo que no te esperas y acaba pasando. El plan aquí debe ser que no hay plan y la improvisación debe ocupar la totalidad de la agenda. De esta manera serás pionero en emociones y no revivirás lo que otro descubrió y publicó en Instagram. La verdadera Ibiza no esta en el circuito. Déjate seducir por una conversación con un local y hazle caso. Mima a Ibiza para que Ibiza te mime a ti.

Esto se aplica también a los residentes. La vida en Ibiza es un poco así. De planes a cortísimo plazo que permiten una flexibilidad en experiencias que es una gozada. Hay tanto por hacer y tantos lugares que descubrir...

Pero, sobre todo, improvisa. Toma decisiones de último momento y sáltate tus propios planes. Si sintonizas Ibiza Global Radio y te contamos que algo esta pasando aprovecha y ven a vivirlo en primera persona. De esta manera tendrás algo que contar y serás el verdadero protagonista de tu película. Y, según tu actitud, esta será una comedia, un drama o pura aventura. Solo de ti depende.