Javier Miranda, dependiente del puesto Fruta i Camp en el Mercat Nou.

Lejos quedan las frutas del verano como el melón y la sandía, y muy cerca están aquellas que se consumen en época de frío, como las clementinas o los caquis. No es de extrañar que los vecinos de Ibiza entren por la puerta del Mercat Nou buscando las frutas y verduras típicas de esta estación del año. Es el caso de Marga, una residente de Ibiza que se acercó ayer al puesto Fruta i Camp del Mercat Nou. «Las naranjas y las clementinas son ideales para combatir el frío», señaló esta mujer. Esta tienda está dividida en dos establecimientos dentro del mercado: un puesto más amplio con frutas de temporada y una gran variedad de verduras, y otro más pequeño enfrente del primero que alberga cajones llenos de frutos secos.

En este sentido, Javier Miranda, uno de los trabajadores del puesto Fruta i Camp señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que actualmente están vendiendo clementinas de Valencia. «En Ibiza todavía no hay porque se retrasó la campaña debido a la climatología», explicó Miranda. En esta misma línea, el frutero Joan Riera señaló que el consumo de cítricos depende mucho del frío y este año el calor ha retrasado la maduración de algunas variedades como son las clementinas, ya que «los agricultores se ven obligados a mantener la fruta en los árboles durante más tiempo».

Agroeivissa

No obstante, según Javier Miranda, las clementinas de Valencia se están vendiendo bien, aunque reconoce que las ibicencas se venden «mucho mejor». Asimismo, subrayó que este puesto adquiere estos alimentos a proveedores locales de la cooperativa Agroeivissa. Otro de los productos que más se consume en esta época del año son las castañas asadas. Así lo destaco este joven junto a la caja de frutos secos ubicada en el puesto de enfrente. Sin duda, para muchos de los vecinos de Ibiza, este alimento es el fruto seco por excelencia cuando llega el frío. «El sabor y el olor a castañas asadas me encanta», subrayó la vecina Rosa.

En este sentido, Javier Miranda manifestó que de un año a otro este alimento se ha encarecido más de dos euros. «El año pasado costaba 7,80 euros el kilo, ahora cuesta 9,95 euros», puntualizó este vendedor haciendo hincapié en la variedad de recetas con castañas que se pueden elaborar. «Mucha gente lo que hace es pelarlas y utilizarlas para hacer salsas», apuntó Javier tras el mostrador del puesto Fruta i Camp.