Cola en la Churrería Moreno este viernes por la tarde. | Moisés Copa

La feria de atracciones se ha inaugurado este viernes con el tradicional corte de cinta por parte del alcalde Rafa Triguero, el concejal de Fiestas, Francisco Torres, y Francisco Moreno, responsable del recinto. Este año, la feria está ubicada en el aparcamiento de sa Joveria, que acoge el evento «para acercar la fiesta más a la ciudad», como aseguró el alcalde.

Desde este viernes y hasta el 14 de enero, los vecinos de la isla podrán disfrutar de un entretenimiento que no deja a nadie fuera por razones de edad ni de intereses, pues alberga alrededor de unas 40 casetas entre atracciones, juegos de azar y los tradicionales manjares para los participantes que acudan al evento. Como cada año han regresado los toritos, las súper camas elásticas, los coches de choque y la Churrería Moreno, entre otros. Como novedad, este año está la Súper Barca Vikinga, en la que los aventureros entran en las jaulas de sus extremos y viven un auténtico viaje vikingo de balanceos.

Claudia tiene claro que «la Navidad llega a Ibiza cuando llega la feria». Y es que la pequeña de ocho años sabe muy bien cuáles son sus atracciones favoritas, pero no por cuál decidirse. «Hay muchas atracciones nuevas y quiero montarme en todo», afirmó esta pequeña. «Mamá si me porto bien me traes todos los días a la feria», intentaba negociar un pequeño con su madre. Las emblemáticas luces de los puestos alumbraban caras marcadas de ilusión y sorpresa ante tal magnitud de atracciones para ellos, que ante la situación sacan sus mejores ideas. Como Anthoy, que propone que «las atracciones duren por lo menos 10 minutos». También se acercaron a la inauguración los adolescentes como Luis, de 18 años, que visita la feria «desde pequeño pequeño» para comer los churros y a subirse a las atracciones «de toda la vida».

Atracciones de siempre

De toda la vida también son Pilar y Paco, los dueños del carrusel infantil, dos valencianos feriantes profesionales que llegaron a la isla en el año 1972 para traer las atracciones cuando había mucho menos puestos en la feria. Este matrimonio que vino expresamente para la feria fue cautivado por la isla y, desde entonces, viven aquí. Ellos trajeron en ese momento el carrusel infantil y los coches de choque y aseguran que «aquí no había nadie que tuviera atracciones». Desde entonces han ampliado sus instalaciones con el conocido Dragón y la Araña. Estos feriantes observan que lo que más ha cambiado es la ampliación de atracciones, «lo que había antes era muchos puestos de venta, como los de chucherías y cosas de esas», según expresaron. Su experiencia certifica que su afirmación de que todos los días son iguales: «No hay épocas, aquí no hay martes, miércoles, jueves y domingos», pues todos los días la feria está llena de vida y adrenalina para gastar.

Otra atracción bien conocida, pero en esta ocasión para los padres, es el Palace Montecarlo, que viene desde Barcelona desde hace más de 14 años. Se trata de un casino que a través de fichas se acumulan puntos y se ganan diversos premios desde objetos minúsculos como llaveros hasta patinetes eléctricos o televisores. Elisabeth, su dueña, hace una travesía en tráiler con todas sus instalaciones para visitar al público ibicenco que les «gusta mucho y es muy bueno». Tras tantos años recuerdan además, las caras de toda la vida: «Acaba de venir una niña que venía en carro con los padres cuando era muy pequeñita y ahora pasa y se para a saludar. Además tenemos muchos clientes de hace muchos años y amistad con muchos de ellos también».