Pura Riera posa junto a su hija después de haber soplado las velas de su tarta de cumpleaños. | Toni Planells

Pura Riera Castelló ha celebrado este miércoles 14 de febrero su 102 cumpleaños rodeada de su ‘colla’ de amigas y familiares.

El escenario de la primera celebración fue el mismo que tanto ella como sus amigas suelen frecuentar para hacer sus tertulias a la hora del desayuno, el bar La Tapera Ibiza, donde sopló las velas de su tarta de cumpleaños. Y es que superar con creces el siglo de vida con la envidiable salud de la que puede presumir Pura merece más de una celebración. «Cuando terminemos el desayuno, en casa haremos una comida con mi familia», explica Pura, quien añade que «además, lo celebraremos durante dos fines de semana seguidos. El primero viene mi hijo desde Barcelona y el siguiente vienen mis nietos».

«Es la mejor amiga que he tenido nunca, me ha ayudado en los momentos más duros», afirma con rotundidad Inés que, además, es sobrina de Pura. «Cuando yo era pequeña, Pura era mi maestra, ella me enseñó a bordar», añade su amiga María poco antes de brindar y de que, junto a ella, Mari Carmen añada que «lo que me enseñó a mí fue a hacer ganchillo».

Pura nació el día de San Valentín de 1922 en Dalt Vila. Sin embargo, toda su familia era de Formentera. Por este motivo en Ibiza se conoce a su padre, Vicent Riera Ferrer, como es metge de Formentera.
Pura quiso ser enfermera, «pero como mi padre era médico, no me lo recomendó. Así que me dedique a hacer ‘labores’ en la Sección Femenina de la Falange», tal como afirmaba el pasado mes de agosto en una entrevista a Periódico de Ibiza y Formentera. De esta manera, ha pasado buena parte de su vida enseñando a coser y bordar a numerosas generaciones de mujeres de Ibiza.

La tragedia también ha tenido cabida en el más de un siglo de vida de Pura: «Me quedé yo sola con mi padre cuando yo era muy pequeña. Mi madre, Catalina, murió al poco tiempo de haber nacido yo y ni siquiera tengo recuerdos de ella. Mis ocho hermanos murieron en una gran epidemia de tuberculosis que hubo en los años 20 del siglo pasado».

En su memoria Pura también guarda recuerdos de la Guerra Civil Española, «cuando los aviones soltaban alguna bomba solo tenía que bajar la escalera de casa para meterme en el refugio, que tenía un pasillo que iba para dentro. Pero yo me quedaba cerca de la puerta, más adentro había mucha tierra y me daba mucho miedo poder quedarme allí enterrada».

Una foto de Pura junto a su padre, el médico Vicent Riera Ferrer.

A los 30 años se casó con Toni des Canals, con quien tuvo a sus hijos Xavier, que tiene a su nieta Mamen; Vicent, que tiene a Marc y Ariadna, y a Pura, que tiene a Anna.