Con el esperado reencuentro entre la Virgen y su hijo culminó este domingo de Pascua la Semana Santa en Ibiza. La procesión del Santo Encuentro emocionó a los asistentes, preocupados en algunos momentos por la inestabilidad meteorológica.

El sacerdote Miguel Ángel Riera reconoció que horas antes de salir se había barajado la posibilidad de cancelar el acto y celebrarlo dentro de la iglesia de Santa Cruz, más teniendo en cuenta el temporal del sábado por la noche. <>, comentó.
Sin embargo, un fortísimo viento hizo después acto de presencia y no se lo puso nada fácil ni a los costaleros ni a los asistentes a la misa de Pascua en el Parque Reina Sofía. Un poco de llovizna hizo además temer lo peor.

A pesar de los contratiempos, lo cierto es que decenas de fieles vivieron con emoción el reencuentro entre María y Jesús. También lo hizo Judith, costalera de la cofradía del Santo Cristo de la Agonía y una de las encargadas de trasladar hasta el parque a la Virgen de la Esperanza. La joven, que cumplía 17 años este domingo, aseguró que "es un regalo celebrar mi cumpleaños pudiendo llevar a la Virgen. Es el primer año que salgo".
También destacó lo contenta que se sentía por salir en la cofradía y manifestó que "espero que sea la primera Semana Santa de muchas".

La procesión del Santo Encuentro había comenzado en Santa Cruz antes de las 10 de la mañana. Este año, a diferencia de otros, no se esperó a que terminara la misa de las 10.30 para sacar las imágenes. La Virgen por la Vía Romana y el Cristo por la calle Aragón recorrieron las calles de Vila acompañados de numerosos fieles. Otros esperaron directamente en el parque Reina Sofía para no perderse detalle del Santo Encuentro.

Poco después de las 11, el simbólico abrazo entre la madre y su hijo tuvo lugar un año más, culminando así las celebraciones de la Semana Santa ibicenca.

Antes de la misa, los miembros de la cofradía Nuestro Padre Jesús Cautivo y Resucitado tuvieron que ajustar en varias ocasiones detalles del paso como el pequeño estandarte con una cruz que la imagen llevaba en su mano izquierda. También cofrades de la Agonía se subieron al paso para colocar adornos de la Virgen que posiblemente se habían movido durante la procesión o a consecuencia del viento. El altar que presidió la misa tuvo que ser bajado del escenario debido al fuerte aire.

"Vámonos al cielo con Él" o "Que nos den mucha salud y fuerza para salir todos los años" fueron después algunos de los gritos motivadores que se escucharon entre los costaleros antes de trasladar las imágenes a ambos lados del altar.